Sin actuar durante un año, Michael Chiesa temía estar fuera de competencia por más tiempo. Designado para enfrentarse a Neil Magny el próximo 20 de enero, en un evento que se celebrará en la ‘Isla de la Lucha’, en Abu Dabi (EUA), el estadounidense reveló que vivió momentos de incertidumbre. La situación se planteó luego de que Khamzat Chimaev abandonara el enfrentamiento contra Leon Edwards y dejara al británico sin rival.
En entrevista con el portal web ‘MMA Fighting’, Chiesa confesó que esperaba que la UFC mantuviera su determinación y pusiera a Magny a enfrentar a Edwards y así mantener al inglés en el evento. Sin embargo, con el mantenimiento de su lucha, ahora planteada como la principal de esta edición, prometió un espectáculo para el público.
“Pensé que iba a perder la pelea con Neil. Él y yo nos hemos estado mirando durante un tiempo, así que instantáneamente pensé que no iba a pelear con él (…) Me habían advertido sobre esto antes de que se programara la pelea: ‘Serás tú contra Magny, pero solo por ya sabes, si algo les pasa a Chimaev y Edwards en la cartelera del 19 de diciembre, colocaremos a Neil”, reveló, antes de completar
“A medida que avanzaba el día, terminó siendo muy bueno. Estoy emocionado de estar haciendo la pelea principal contra un tipo como Neil Magny. Será una pelea muy divertida para la afición”, concluyó.
En las MMA profesional desde 2008, Michael Chiesa vive un gran momento en la UFC, con tres victorias consecutivas y actualmente se encuentra en la octava posición en el ranking de la categoría. La última presentación del norteamericano tuvo lugar en enero del pasado año, cuando derrotó al brasileño Rafael Dos Anjos, por decisión unánime de los jueces.