Con un promedio de al menos dos peleas peleadas por año desde 2015, Vicente Luque tuvo que bajar el ritmo y alejarse de los octágonos por una temporada. Diagnosticado con una hemorragia cerebral después de su última pelea, contra Geoff Neal, el atleta brasileño necesitó un largo período de rehabilitación para volver a estar en forma para competir en el UFC. Ahora, en vísperas de su regreso a la liga, el peso wélter (170 lb) narró, en entrevista exclusiva con Ag. Fight, cómo fue el proceso desde el diagnóstico hasta el regreso a los entrenamientos.
En agosto de 2022, Vicente fue eliminado por Geoff Neal en el tercer asalto. En ese momento, el brasileño fue trasladado al hospital poco después del enfrentamiento. Y enseguida en los primeros exámenes se encontró una hemorragia cerebral. El ‘Asesino Silencioso’, como se le conoce, estuvo unos días en observación en la unidad hospitalaria y recientemente fue dado de alta por la Comisión Atlética de Nevada para pelear nuevamente luego de cumplir un año de recuperación.
“Creo que el mejor resumen sería que fue una hemorragia, y estaba en la parte más externa del cerebro. Como si fuera un hematoma , porque hay sangrado, los vasos terminan sangrando, por el golpe de la pelea contra Geoff Neal. Inmediatamente después de la pelea siempre nos llevan al hospital, para hacer una batería de exámenes y ver si estamos bien. Para la prevención. Lo identificaron, me quedé en el hospital en observación. La preocupación era que esto podría empeorar, aumentando el sangrado. De hecho, empezó a remitir, así que me dieron de alta a los dos días”, recordó Luque.
Regreso cauteloso
En un momento, Vicente Luque temió por su carrera. Pero con la hemorragia contenida y el debido seguimiento, la atleta volvió poco a poco a los entrenamientos. Sin saltarse pasos, el brasileño adoptó la cautela como principal aliada y tardó seis meses en completar un sparring. Confiado nuevamente en su cuerpo, el peleador asegura que tuvo el mejor campamento de preparación de su vida para el duelo ante Rafael dos Anjos.
“Luego estaba la cuestión de si Vicente será liberado o no para pelear nuevamente, ya sabes. Ese era el gran dilema. Un mes después ya no sangraba más. Fue un momento desafiante y preocupante. Pero gracias a Dios todo salió bien. Esperé mucho tiempo para empezar a entrenar de nuevo, seis meses. Incluso regresé muy diferente, con una intensidad más tranquila. No tuve miedo (de volver) porque respeté cada momento, cada proceso. Como superé y respeté cada etapa, cuando llegó el momento de hacer sparring, ya lo estaba haciendo muy bien. Así que pude regresar sin ningún temor. Puedo decir con confianza que ha sido el mejor campamento que he hecho nunca”, concluyó el atleta.
Vicente Luque y Rafael dos Anjos conforman el evento principal del UFC Vegas 78, en un duelo programado a cinco asaltos.