Después de sufrir algunas actuaciones por debajo de lo esperado, Vicente Luque volvió a demostrar por qué se ganó el sobrenombre de ‘Silent Assassin’. El pasado sábado (7), el peso welter brasileño (170 lb) necesitó sólo 52 segundos para dormir a su oponente, Themba Gorimbo, con una sumisión que ahora se ha convertido en una de sus señas de identidad: el triángulo de mano. Y es que, según el luchador de la academia ‘Kill Cliff FC’, la ayuda de uno de sus compañeros fue fundamental para la ejecución exitosa del golpe.
En entrevista exclusiva con Ag. Fight, Vicente elogió el papel de Gregory Rodrigues –su compañero de entrenamiento en Kill Cliff– en los momentos previos a su victoria en UFC 310. Esto se debe a que, además de ayudar a calentar el peso welter para enfrentar a Themba Gorimbo, el peso medio de UFC (185 lb) sirvió de ‘conejillo de indias’ para que Luque perfeccionara el agarre triangular que definió su triunfo dentro del octágono más famoso del mundo.
“Tuve ‘peleas’ en el vestuario con Gregory (Robocop). Estábamos entrenando, calentando, listos para la guerra. Por eso me activé mucho. Entré bruscamente, respondiendo rápidamente, y por eso la pelea fue tan rápida. Utilicé esta posición para Gregory varias veces allí (en el vestuario) . Pero con él, estaba presionando mucho y él estaba en una posición en la que no podía derribarlo tan fácilmente. Pero lo intenté con todas mis fuerzas y encajó. Cuando llegó a la pelea fue fácil”, destacó Luque.
¿Hacia la cima otra vez?
Después de acumular resultados negativos en sus actuaciones más recientes, que culminaron con su caída en el ranking de peso welter de UFC, Vicente Luque da señales de que aún puede regresar a lo más alto de la división y, quién sabe, volver a soñar con una futura pelea por el título.
Actualmente, el brasileño ocupa la posición 14 en la clasificación de la categoría . Pero, si construye una buena racha tras este triunfo, el ‘Silent Assassin’ tiene todo lo que necesita para volver a ocupar un lugar destacado en UFC.
