La saga del eventual regreso de Conor McGregor al octágono es una de las telenovelas más longevas de los deportes de combate. Tras más de cuatro años de inactividad, el excampeón de peso pluma (145 lb) y peso ligero (155 lb) de UFC ha visto constantemente cuestionada su intención de volver a competir por parte de los aficionados y la prensa especializada, especialmente debido a sus hábitos y a las controversias que rodean su nombre más allá del ámbito deportivo.
Pero ahora, al parecer, «Notorious» ha experimentado un verdadero cambio personal que podría representar un punto de inflexión en su carrera como luchador profesional. Al menos, eso es lo que afirma el hablador irlandés.
Durante una conferencia de prensa celebrada en Roma (Italia) para promocionar la 43.ª edición de ‘BKFC’, un evento de boxeo a puño limpio del que Conor es copropietario, el irlandés, como de costumbre, se robó el espectáculo. En la ceremonia, McGregor sorprendió a todos al revelar que había emprendido una especie de viaje espiritual para, a través de un contacto más cercano con Dios, encauzar su vida personal y deportiva. Incluso con una apariencia aparentemente más saludable, la estrella de UFC reafirmó su deseo de volver a pelear en el evento de MMA más importante del mundo.
«No estoy aquí por casualidad. Hay un poder superior, Dios, que dicta mi camino y el de todos nosotros. Vivo mi vida según la palabra de Dios. Desde el último evento, he estado en un viaje espiritual y estoy a salvo. Estoy a salvo y sanado. Con eso, el mundo está a punto de recibir una gran sorpresa. Mi chispa competitiva, que una vez estuvo en mi corazón, ahora es una llama ardiente. Así que estoy muy emocionado (…) Tengo muchas ganas de volver (a luchar). Ahora, he tenido que recomponerme, y lo he hecho. Estoy muy emocionado de volver a ser yo mismo (…) Me gustaría dejar un legado que pueda verse como una lección. Ahora estoy en una etapa en la que estoy regresando y demostrando de nuevo de lo que soy capaz», enfatizó Conor McGregor.
¿Regresará a UFC Casa Blanca?
Uno de los temas más debatidos en los últimos meses, y que también ha despertado el interés de McGregor, es la cartelera de UFC que se celebrará en la Casa Blanca. Programada para junio de 2026, se espera que el evento sea histórico para los deportes de combate. Consciente de ello, el irlandés incluso garantizó su participación. El conservador Dana White desmintió posteriormente las afirmaciones de Conor, alegando que aún no se había negociado ninguna pelea para esa fecha.
¿Rival remitido?
Si el irlandés finalmente pelea en UFC Casa Blanca, un nombre se perfila como favorito para ser su oponente: Michael Chandler. Con una rivalidad ya establecida tras participar como entrenadores rivales en la temporada 31 del reality «The Ultimate Fighter», ambos incluso tenían una pelea programada para junio de 2024, que posteriormente se canceló debido a la lesión de Conor McGregor. Un estadounidense y fiel partidario del presidente Donald Trump, «Iron», como se le conoce, también tendría sentido en el evento desde un punto de vista simbólico.
