Macedo disputará su quinta pelea en UFC este sábado en São Paulo – Carlos Antunes
En el evento que se disputará en São Paulo, Brasil, Verônica Macedo se encuentra con muchas razones para soñar con el apoyo del público local este sábado (14) cuando se enfrente a la sueca Bea Malecki en el UFC Brasilia. La venezolana, que muestra fluidez al hablar en sus entrevistas en portugués, se mudó a Brasil en busca de un mejor entrenamiento de jiu-jitsu pero se enamoró de la ciudad hasta el punto de declararse a sí misma como una «nueva brasileña».
A través de una conversación con periodistas en el vestíbulo del hotel donde se hospedan los atletas de la tarjeta, Macedo mostró su amabilidad y carisma para pedir apoyo al público local. Después de todo, ella no se enfrentará a un luchador «de la casa» y, por lo tanto, podía escuchar los gritos tradicionales de: «¡Uh, vas a morir!» a su favor.
“Si no dicen ‘Uh, vas a morir’, estaré muy triste. Quiero pelear en Brasil por eso (risas)”, bromeó. “Yo soy brasileña, mucha gente dice eso. Defenderé las tres banderas, Brasil, Venezuela y Portugal también. Mi abuela es portuguesa, tengo esa nacionalidad”.
A los 24 años de edad, Verônica llegó a UFC invicta después de seis peleas profesionales de MMA. Sin embargo, sus primeras tres apariciones en el espectáculo de pelea más grande del mundo culminaron en derrotas y la atleta se dio cuenta de que necesitaría evolucionar mucho en el deporte, principalmente en el piso. Con el entrenamiento en Brasil, el resultado de su última pelea fue una victoria ante Polyana Viana.
“El Jiu-jitsu me trajo a Brasil. La primera vez, vine a Río de Janeiro a entrenar jiu-jitsu para incorporarlo al MMA. Me fui porque no tenía una visa para permanecer más de seis meses. Ahora tengo una residencia y puedo quedarme más tiempo. Después de pelear, vi muchos problemas en mi jiu-jitsu, siempre terminaba en el piso. Muchas mujeres hacen judo y muchas personas no quieren pelear conmigo. ¿Qué país tiene mejor jiu-jitsu que Brasil?”, indicó la atleta.
“Lamento mi evolución. Ellos (compañeros de entrenamiento) hablan todo el tiempo. No solo en jiu-jitsu, sino también en mi mentalidad, pensando más en las posiciones. Incluso en la parte llamativa, cómo usar mi peso corporal. Del mismo modo, puedo pensar en golpear”, concluyó la sonriente atleta que se enfrenta a la sueca Bea Malecki, dueña de un cartel con solo tres peleas.