Este jueves (14), la UFC, junto con la USADA (agencia estadounidense antidopaje), anunció un cambio significativo en su programa antidopaje. Según una nueva norma implementada por la entidad, a partir del 1 de enero de este año ningún deportista que dé positivo a marihuana, o más concretamente, que tenga un rastro de THC -la principal droga psicoactiva- en el organismo, será susceptible de castigo.
La nueva medida también determina que los atletas solo recibirán sanciones si hay evidencia adicional que demuestre que el atleta usó marihuana intencionalmente para tener una mejora en el rendimiento. Anteriormente, el programa antidopaje de la UFC funcionaba con un límite preestablecido y los que pasaban la marca eran sancionados.
“Si bien queremos continuar evitando que los atletas compitan bajo la influencia de la marihuana, hemos aprendido que los niveles de carboxi-THC en la orina son muy variables después del uso fuera de competencia y tienen una correlación científica débil con la incapacidad para competir. El THC es soluble en grasa, lo que significa que una vez ingerido, se almacena en los tejidos y órganos adiposos del cuerpo, y puede volver a liberarse en la circulación y, en consecuencia, aparece carboxi-THC en la orina, a veces mucho después de la ingestión. Por lo tanto, no es un marcador ideal para que los atletas indiquen discapacidad en la competencia”, explicó Jeff Novitzky, vicepresidente de Salud y Rendimiento de UFC, en un comunicado de prensa.
“La conclusión es que, con respecto a la marihuana, nos preocupamos por lo que consumió un atleta el día de la pelea, no días o semanas antes de la pelea, que suele ser el caso en nuestra historia de casos positivos de THC. Los deportistas de UFC seguirán siendo el objetivo de las reglas de marihuana bajo la regulación de varias Comisiones Atléticas, pero esperamos que este sea el comienzo de una discusión más amplia y cambios en este tema con este grupo ”, agregó el director de UFC.