Lupita Godínez enfrentará otro gran reto en su carrera en la UFC. El 16 de agosto, en el UFC 319, la mexicana peleará con la excampeona de peso paja (115 lb) Jéssica Andrade, en un combate programado para el United Center de Chicago, EE.UU. Para la luchadora, esta pelea representa no solo una oportunidad de oro, sino la mayor prueba de su carrera hasta el momento.
A pesar de destacar la importancia del momento, la peso paja también elogió las cualidades de su rival. Según ella, enfrentarse a alguien con la trayectoria y la fuerza de «Bate-Estaca», como se le conoce a la brasileña, requiere máxima preparación y atención al más mínimo detalle.
«Estoy muy emocionada por esta pelea. Creo que es un gran enfrentamiento para nosotras. Es una gran oportunidad, y también la pelea más importante de mi carrera. Ella es muy versátil, y su poder… es realmente fuerte. Estamos trabajando duro en todos los aspectos. Donde sea que se desarrolle la pelea, tendremos una respuesta. Creo que tengo más herramientas para lidiar con alguien que es agresivo y me ataca. A ella le gusta usar ganchos, y eso me da mucho margen de maniobra. Realmente creo que este enfrentamiento es ideal para mí», dijo en una entrevista con MMA Junkie.
Fase de UFC
La atleta mexicana viene de una victoria por decisión unánime sobre Julia Polastri en UFC México en marzo, resultado que rompió una racha de dos derrotas consecutivas ante Virna Jandiroba y Mackenzie Dern, ambas brasileñas. Curiosamente, «Bate-Estaca» será la quinta rival brasileña consecutiva de Lupita Godínez, tras haber derrotado también a Tabatha Ricci en UFC 295.
Por otro lado, la paranaense atraviesa un período de fluctuaciones en la organización, con cinco derrotas en sus últimas siete apariciones. Aun así, sigue siendo una figura respetada y peligrosa en la división, actualmente en el quinto puesto, algo que su próxima oponente parece entender claramente.
