Tras someter a Mateusz Gamrot en el segundo asalto de la pelea principal de UFC Río el sábado pasado (11), Charles Oliveira comentó sobre los sucesos tras bambalinas en torno a su permanencia en la cartelera. Tras la salida de Rafael Fiziev por lesión, varios atletas se ofrecieron como sustitutos, entre ellos Renato «Moicano», quien se postuló públicamente, pero, según informes, rechazó la pelea cuando se formalizó la propuesta.
Durante la conferencia de prensa posterior al evento, a la que asistió Ag Fight, el excampeón de peso ligero (155 lb) reconoció que cada peleador tiene su propia forma de promocionarse, pero enfatizó que este tipo de exposición no se ajusta a su perfil. Según él, incluso lo animaron a grabar un video solicitando la pelea, pero prefirió mantenerse fiel a su estilo más reservado.
«Ayer hablé con Parrumpa en el pesaje. Cada uno vende una pelea de forma diferente. Yo, Charles do Bronx, no sé cómo tomar el teléfono y grabar un video o pedirle a alguien que me filme para decir algo. Cuando la pelea se canceló, todos empezaron a preguntar. Estaba con Gia y me dijo: «Haz un video, demuestremos que quieres la pelea». Estaba furioso por todo lo que estaba pasando. Pero no sé cómo hacerlo, no sé cómo vender una pelea de esa manera», explicó.
Surfeando la publicidad
Manteniendo un tono respetuoso, Charles Oliveira no dudó en criticar a Moicano por sus recientes provocaciones en redes sociales. El brasileño afirmó que entiende el juego promocional, pero enfatizó que prefiere expresarse con acciones dentro del octágono.
«¿Quieres que Charles venda la pelea? Cierra la jaula y saldré a pelear. Gano o pierdo, y así seguiré adelante. Esa es la verdad, sé cómo hacerlo. Moicano lo está vendiendo de otra manera. No estaba enojado ni triste. Él pidió la pelea, sí. Pero hoy volvió a hacerlo, bromeando. Vive de la publicidad, sí. Pero, honestamente, sabe que si viniera, sería un problema para él», concluyó.
Con otra victoria dominante en su haber, el paulistano ahora espera la definición de su próxima pelea. Aun dentro de la jaula, tras su triunfo sobre Gamrot, retó a Max Holloway por el cinturón «BMF» (luchador más duro), y el hawaiano respondió rápidamente, acercando la pelea aún más a la realidad.
