El pasado sábado (9), Marina Rodríguez tuvo una verdadera prueba de fuego y la superó con creces. En la pelea principal del UFC Las Vegas 39, la brasileña superó a Mackenzie Dern por decisión unánime de los jueces, y mantuvo su buen momento en la compañía con tres triunfos seguidos. Pero más allá de la importancia natural del combate, la luchadora se enfrentaba a la oponente más consumada en la lucha en el suelo, lo contrario de su especialidad.
Con el tradicional choque de estilos, el duelo tenía las expectativas puestas en quién implementaría con éxito su buque insignia sobre su oponente. Sin embargo, Marina demostró que su agarre está lejos de ser un punto débil. Al principio del segundo asalto, la luchadora fue derribada y sufrió varios ataques de Dern, sobreviviendo a todos ellos y mostrando una gran calma.
En una rueda de prensa posterior al evento, que contó con la presencia de Ag. Fight, Marina comentó este episodio del combate para reforzar su evolución en el grappling. Cuando se le preguntó si hubo un momento en el que estuvo a punto de acabar, Rodríguez se sinceró y recordó que casi sorprendió a su rival.
«Todas las chicas con las que luché en la UFC eran extremadamente duras y siempre querían el mismo juego: la lucha en el suelo. Llevo mucho tiempo trabajando en esto, no tienes ni idea. Gracias a la estrategia que logramos poner en este campamento, me sentí tranquila, como me siento en cada pelea. Nunca he terminado. Mackenzie es Mackenzie, pero no me sentí cerca de terminar. ¿Y no has visto? Casi acabo con ella», dijo.
En las MMA profesionales desde 2015, Marina Rodríguez suma 14 victorias, una derrota y dos empates en su cartel en este deporte. La deportista de 33 años llegó a la UFC en 2018 tras triunfar en la edición brasileña de la ‘Contender Series’ y en la compañía disputó ocho combates, ganando cinco, empatando dos y perdiendo solo uno.