Después de dar a luz a su hija Moa hace cuatro meses, Mackenzie Dern no tardó en regresar al UFC. Sin embargo, a su regreso, la brasileña-estadounidense fue derrotada por Amanda Ribas en un combate que terminó por decisión unánime, hecho que también significó un revés en su récord invicto dentro de MMA. No obstante, estos hechos negativos no mermaron las emociones de la peleadora. En palabras de la peleadora de 52 kg, en una entrevista exclusiva con Ag Fight, ella estaba acostumbrada a lidiar con la adversidad desde el momento en que solo competía en jiu-jitsu.
Como es bien sabido, no solo son victorias las que vive un peleador de MMA y esto lo sabe bien Mackenzie Dern, a pesar de admitir el sabor amargo de perder su imbatibilidad. «Ciertamente es mejor tener un récord en cero (derrotas), pero creo que desde mi historia en jiu-jitsu, donde he perdido muchas veces, y desde que me operaron, antes de ganar títulos más grandes, he aprendido a reponerme. Por supuesto que perder me pone triste, pero no puedo vivir en el pasado. Esta pelea ya está en el pasado y es lo mismo que la victoria. Celebramos, pero también es pasado. Sería bueno ser un atleta invencible, pero me resulta muy difícil. Creo que algunas pérdidas me hacen crecer como atleta. Creo que tengo mucho potencial, que puedo ser una peleadora conocido por muchas razones», dijo.
Cabe recordar que, durante su combate, la peleadora luchó por mantener su récord; sin embargo, tuvo problemas para no encontrar la distancia donde golpear a su rival. No obstante, la hija del ex luchador de Wellington, Megaton Dias, afirmó que estos problemas no se debieron al hecho de que cuatro meses se convirtió en madre.
“Todavía no he visto la pelea, pero por supuesto después de la pelea les dije a los entrenadores lo que encontré, lo que sentí. No pude encontrar la distancia, sentí un poco de tiempo, pero es algo normal que puede suceder incluso si una persona está entrenando o no. A veces golpeaba en el aire, veía pasar mis golpes, no podía encontrar la distancia.
No me sentía a la distancia, pero ella ganó. Sucede. No me siento deseperada por volver demasiado pronto ”, dijo.
“Nadie que pueda hablar puede regresar en cuatro meses. La rutina de práctica es difícil, pero yo aún estoy a tiempo. Para volver al ritmo, lo más rápido es luchar. Conozco mi talento, mi esfuerzo, práctica y todo. Esta derrota no cambia mucho. Sé que puedo ser campeona. Esto solo me hará evolucionar y trabajar en lo que necesito para volver a encarrilarme ”.
Si antes de este combate, Mackenzie estaba a más de un año del octágono, ahora no quiere repetir eso. Y es que la peleadora está feliz de volver a competir en Brasil en UFC Sao Paulo, que está programado para mayo de 2020. Si esto se confirma, sería la segunda vez que Mackenzie actuaría en suelo brasileño para Ultimate.
“No tengo una cita, pero pensé que sería bueno estar en el primer evento en Brasil el próximo año. No antes de febrero. Creo que sería bueno, sería genial, me gusta mucho y esa es mi idea ”, expuso. Desde el comienzo de su carrera en MMA, Mackenzie ha podido manejar bien las críticas, pues anteriormente la duda era sobre su peso, ya que en mayo de 2018 tuvo problemas con la báscula, en el pesaje oficial de UFC Rio 10, y ahora sería su tema haber acelerado su regreso a las competiciones.
“Fue una locura en mis últimos meses, crear una nueva vida y tratar de mantener un poco nuestra antigua vida. Pero a pesar de las locuras, todo fue perfecto. Mi campamento fue uno de los mejores que he tenido. Me motiva la sonrisa de mi hija y eso fue lo que me impulsó durante todo el campamento. Tuve muchos cambios en el cuerpo y la mente; me siento una persona más madura y no te importa lo que piensen los demás. En este momento solo quiero dar lo mejor de mi y mostrárselo a mi hija «, dijo.
