Durante muchos años ensalzado como uno de los mejores pesos ligeros (155 lb) en actividad, Tony Ferguson amarga un largo e incómodo ayuno de victorias. En las últimas seis peleas, ‘El Cucuy’ cayó derrotado en todas ellas, la más reciente el pasado sábado (29), ante Bobby Green, en la cartelera de UFC 291. Pero no parece dispuesto a colgar los guantes.
Tras la derrota más reciente, Ferguson -en su perfil oficial en ‘Instagram’- señaló un pinchazo en el ojo sufrido en el primer asalto como factor decisivo en el resultado final de la pelea y rechazó la posibilidad de jubilarse. El golpe ilegal, considerado accidental por el árbitro, se produjo en el primer asalto, cuando el veterano aún tenía destaques en la pelea. De hecho, después del evento, el impulso de la pelea cambió y Green comenzó a dominar las acciones, hasta que sometió al excampeón interino de peso ligero en el tercer asalto.
“Entré al Delta Center para mostrarle al mundo que estoy de vuelta en el buen camino. La preparación para esta pelea fue excepcional y fue uno de los mejores campamentos que he tenido. Cuando comenzó la pelea, estaba en la zona, fluyendo y sintiéndome confiado. Bobby sabía la dirección de la pelea y creo que sabía lo que estaba haciendo cuando me pinchó en el ojo. Él tiene un historial de movimientos como ese. Esto comprometió significativamente mi visión, haciéndome difícil ver con claridad. A pesar del piquete en el ojo, nunca consideré detener la pelea, a pesar de que el médico lo quería”, comentó Tony.
“A lo largo de mi carrera, siempre he enfrentado desafíos y nunca me he rendido. Esta vez no fue diferente. Desafortunadamente en los deportes, contratiempos como este son parte del viaje. Si bien no usaré el pinchazo en el ojo como excusa para el resultado, sé que tengo más para dar. En el futuro, mi plan es trabajar junto con Dana (White), Hunter (Campbell) y todo mi equipo para evaluar qué sigue. (…) Consulta de la vista mañana, recuperación y regreso después”, concluyó.
Continuidad
Aunque Tony Ferguson no indica que incluso esté considerando colgar los guantes en este momento, la continuidad de su carrera puede estar en riesgo. Eso es porque, además de no ganar desde 2019, el estadounidense tiene una extensa lista de batallas libradas en el octágono, muchas de ellas en las que sufrió importantes daños físicos, lo que podría influir en la decisión de la máxima dirigencia del UFC a la hora de programar para él una nueva pelea.
