Este sábado (5), Tamires Silva no solo debutará en la UFC, sino que cumplirá un sueño de vida que pocos apoyaron. De orígenes humildes, la luchadora siempre ha soñado con pisar el octágono más famoso del mundo de las MMA. Sin embargo, ni siquiera en casa, la brasileña de 24 años recibió el apoyo necesario. Hoy, una atleta profesional, ‘Tratora’, como se la conoce, recuerda cómo superó la falta de apoyo en el hogar para perseguir sus objetivos.
En una entrevista exclusiva con Ag. Fight, la deportista del ‘Team Brothers’ admitió que, al inicio de su trayectoria, su sueño fue incluso motivo de broma a su madre. Sin embargo, la falta de apoyo de la matriarca llevó a Tamires a demostrar que las predicciones de su familia estaban equivocadas. A punto de debutar en la UFC, la luchadora asegura que logró volcar la situación en casa a su favor.
“Ha sido un sueño mío desde que era un niño, siempre me ha gustado el deporte. Tenía tres objetivos en mi vida: jugar fútbol, ser bombera o llegar a la UFC. Gracias a Dios, hoy estoy aquí, voy a hacer mi debut. Pero no fue fácil. Compartí este sueño con mi madre, le dije que algún día llegaría a la UFC. Y ella se rió en mi cara, dijo que no lo lograría, dijo que tenía que trabajar como ella. Ella trabaja de barrendera -no tengo nada en contra, es un oficio honesto, digno- pero pensé que me tenía que apoyar, por ser su hija y tener un sueño. Pero ella no me creyó. Y se me metió en la cabeza que nadie me va a decir lo que no puedo hacer. Lo voy a hacer, creo en mí, en mi talento. Entonces, le voy a demostrar que está equivocada”, recordó Tamires.
“Con eso, me fui a trabajar a la obra, trabajando como ayudante de albañil, profesión que ejercí hasta hace poco, y ayudando a ella (mamá) también en la casa. Aun así, dijo que yo estaba apoyado en ella, ya que tenía un objetivo. Ella no lo reconoció, era algo que me dolía. Entonces se me ocurrió que lo iba a lograr, iba a correr tras él y el juego cambiaría. Hoy dice que está orgullosa de mí. Nunca escuché a mi madre decir que está orgullosa de mí. Y para que ella viera que cumplí mi sueño, me miraba y decía: ‘Ella lo hizo’. No la juzgo por lo que dijo. Ella me ayudó a llegar (aquí). Porque cuando otros dicen que no lo lograrás, te metes en la cabeza que lo lograrás. Ganas más fuerza para alcanzar tu objetivo. Entonces, ella me ayudó mucho al decirme eso. Es triste porque es mi madre, pero me ayudó», reconoció.
Pero si en casa faltaba apoyo, Tamires encontró fuera de ella a quien sería sinónimo de apoyo incondicional, responsable de su cambio de nivel en el deporte. Luego de tener su primer contacto con las artes marciales a través de proyectos sociales, la brasileña fue nominada por Márcio ‘Panda’, su actual entrenador. En el nuevo maestro, la luchadora encontró una especie de ‘padre’, que la ayudó a impulsar aún más su carrera en las MMA.
“Mi amo, hoy lo tengo por padre. Y le conté mi sueño. Él dijo: ‘¿De verdad quieres pelear?’ Porque soy muy frío, tengo una manera fría. Entonces dije: ‘Quiero pelear, mi sueño es llegar a la UFC’. Y nunca se rió en mi cara ni me criticó. Solo dijo que me ayudaría. Y salió de su zona de confort para ayudarme, porque es jiu-jitsu, no tenía mucha experiencia en las MMA. Aun así, salió de su zona de confort y dijo que me iba a ayudar”, elogió la luchadora.
Tamires Vidal se enfrenta a la estadounidense Ramona Pascual en la pelea que abre el UFC Vegas 64, este sábado, por la división de peso gallo (135 lb). Debutar en la UFC es el primer paso de un sueño que podría deparar aún más sorpresas en el camino de la joven brasileña hacia las artes marciales mixtas.