La Comisión Atlética de Nevada decidió el miércoles (23) extender la suspensión del excampeón de UFC Sean Strickland, responsable de una agresión ocurrida en junio durante un evento de la organización Tuff-N-Uff en Las Vegas. La sanción, impuesta inicialmente el 3 de julio, permanece vigente al menos hasta la próxima reunión del organismo, programada para agosto, cuando el caso podría analizarse en una audiencia disciplinaria.
El incidente ocurrió el 29 de junio, poco después del combate entre Luis Hernández y Miles Hunsinger. Tras ganar por sumisión, Hernández se burló de los entrenadores de su oponente con un gesto familiar de la lucha libre profesional.
Sean Strickland, quien formaba parte de la esquina de Hunsinger, reaccionó irrumpiendo en la jaula y asestando dos golpes al atleta victorioso antes de ser retenido por el personal de seguridad. Chris Curtis, también luchador de UFC y miembro del mismo equipo, presenció la entrada al octágono.
Debido a que actuó como segundo luchador con licencia esa noche, el estadounidense es formalmente considerado responsable de la agresión y podría enfrentar sanciones adicionales, incluyendo una suspensión más prolongada y una multa. Hasta que se resuelva el caso, continúa inhabilitado para competir en UFC.
Clima templado
A pesar de la gravedad de la conducta, Hernández declaró no guardar rencor e incluso solicitó que no se impusieran sanciones a los involucrados. La audiencia que podría determinar el resultado de la situación está programada para agosto. Hasta entonces, Strickland permanece alejado del Octágono sin fecha de regreso.