Considerado como uno de los mejores luchadores de las MMA de todos los tiempos, el excampeón del peso semicompleto de la UFC Jon Jones puede extender aún más su legado. Este sábado (4), en UFC 285, en Las Vegas (EE.UU.), ‘Bones’ podría ganar el cinturón del peso pesado, su segundo en la organización, en caso de derrotar a Ciryl Gane. Sin embargo, a pesar de su destacada carrera, todavía existe una mancha que será difícil de borrar: el dopaje.
Tras múltiples fallos en los controles antidopaje y las suspensiones derivadas de estas infracciones, Jones siempre lleva consigo la duda de si su actuación dentro del octágono estuvo o estará influenciada por las drogas potenciadoras del rendimiento. No obstante, para un viejo rival, el excampeón del peso semicompleto está «libre de problemas» en este momento.
En una entrevista con ‘The MMA Hour’, Sonnen detalló que confía en que ‘Bones’ no subirá al octágono en UFC 285 dopado. El exluchador parece ser la persona indicada para hablar del tema, pues él mismo admite que «los tramposos se conocen».
“Creo que está limpio para esta (pelea). Está haciendo algunas buenas afirmaciones que un tramposo normalmente no haría. Así que sí, personalmente creo que probablemente esté limpio», detalló Sonnen.
A pesar de apostar a que Jon Jones no está bajo el efecto del dopaje en este momento, Chael no tiene dudas de que su exrival se ayudó cuando ambos se enfrentaron en 2013, en una pelea ganada por el entonces campeón del peso wélter. El propio Sonnen admite que también había usado sustancias prohibidas antes de ese enfrentamiento.
“No (no estaba limpio cuando me enfrentó). Cielos, no. Oh Dios mio. Conocemos el nuestro. Pude resolverlo, muy fácilmente. Sí, era el cuerpo. Comienza en los deltoides, va a los pezones, luego sería la parte superior del abdomen, las tres grandes nominaciones. Tenía más ‘jugo’ (dopaje en el cuerpo) que Tropicana (marca de jugo) y me empujó como un camión Mack contra un Volvo (auto). Apenas agarramos, mientras me empujaba hacia atrás, antes de que se corriera con los codos giratorios, recuerdo haber pensado: ‘Yo sé tu secreto porque yo tengo el mismo’”, se burló Sonnen.
Pero, si Sonnen está diciendo la verdad, ¿cómo es que ninguno de ellos quedó atrapado en la prueba de dopaje antes o después de esta disputa? El propio exluchador lo explicó. En aquel momento, la UFC aún no se había asociado con la USADA (Agencia Antidopaje Estadounidense) para aumentar el control sobre el uso de sustancias prohibidas por parte de los atletas, por lo que era más fácil eludir el sistema.
“Sí, hicieron pruebas (antidopaje), pero en ese momento era una prueba de coeficiente intelectual, no una prueba antidopaje, porque no teníamos a la USADA, entonces tenían que decirnos cuándo vendrían a hacernos la prueba», explicó Sonnen.
Independientemente de los casos de dopaje anteriores, Jon Jones sigue siendo visto por gran parte del mundo de las MMA como uno de los mejores de la historia, a pesar de los muchos asteriscos en su currículum. Este sábado, el estadounidense regresa tras un largo paréntesis de tres años para intentar conquistar su segundo título en diferentes categorías, cuando mida fuerzas con el francés Ciryl Gane por la pelea estelar de la 285 edición.
