Sin pelear desde julio de 2020 y con una racha de dos derrotas, Davi Ramos dejó clara su frustración por la falta de actividad en el octágono de la UFC y dio un paso drástico. El cinturón negro de jiu-jitsu pidió ser despedido de la organización de las MMA más grande del mundo.
En una entrevista con ‘MMA Fighting’, el brasileño explicó el motivo de su decisión. Según Davi, incluso se puso a disposición para reemplazar a los atletas lesionados en el último momento, además de estar listo para actuar en otras categorías además de la suya, la ligera (155 lb). Sin embargo, no obtuvo respuesta de la franquicia.
«Ha pasado mucho tiempo y no me han despedido, así que pido irme. Hice todo lo que pude. Esperé, me ofrecí a pelear en otras categorías y no me dieron pelea. No sé la razón. Vine a los Estados Unidos con mi propio dinero en caso de que alguien abandone una pelea. Pude pelear y no pasó nada. Estoy molesto por todo esto», dijo el peleador de 35 años.
«Me sentí menospreciado con todo lo que pasó. Sé el atleta que soy y todo lo que he logrado. No estoy criticando a la UFC, pero siempre tuve este sueño y luché duro por él, manteniendo mi peso bajo y entrenando, esperando una pelea, y hasta ahora no ha pasado nada. Es demasiado. Tengo una familia, dos hijos, tengo una casa que mantener y el dinero no cae del cielo. Tengo que ganar dinero y no pasa nada, así que le dije a mis gerentes que pidieran mi liberación, le pedí a la UFC que me cortara», añadió.
Davi Ramos, de 34 años, se destacó en jiu-jitsu antes de cambiarse a las MMA. El brasileño debutó para la organización en 2017 y ganó cuatro peleas seguidas en ella. Actualmente, el atleta ha perdido dos partidos seguidos ante las prometedoras Islam Makhachev y Arman Tsarukyan y su última aparición tuvo lugar en julio.
