Sean Strickland es ampliamente conocido en los deportes de combate por verse involucrado en varios líos y por sus declaraciones, cuanto menos, polémicas. Pero este lunes (18), el excampeón de peso medio de la UFC (185 lb) abordó un tema grave y necesario: la salud mental. A través de sus redes sociales, el estadounidense se pronunció sobre el tema con un fuerte exabrupto sobre el delicado momento que atraviesa en su vida.
En una especie de mensaje dirigido a sus fans, Strickland admitió que ha estado pasando por un período convulso, a pesar de la fama y glorias alcanzadas en su carrera. Aún con su condición de estrella de UFC, el estadounidense destacó que libra batallas internas y psicológicas a diario. Por ello, el peso medio busca ‘ocupar su mente’ y superar dichos traumas con su rutina de entrenamiento y desahogándose con sus seguidores.
«Siempre me enfrento a demonios , a veces gano, a veces pierdo. Lo perdí la semana pasada. De todos modos, entiendo que muchos de mis fans se parecen mucho a mí. Sólo quería compartir esto y recordarte que no estás solo. Hombre, toda la semana estuvo jodida. He estado en Twitter diciendo locuras, en espiral. Me desperté y le dije a mi novia: ‘Cariño, siento que soy un peligro para la gente, no siento que deba estar en el mundo’. Y creo que lo tengo todo. Soy rico, soy famoso. Tengo todo lo que siempre quise en esta m**** y, sin embargo, soy un enfermo mental. Tengo algunos pensamientos en los que quiero quemar todo en el mundo y no tener nada para poder enloquecer y desquitarme con la gente. Creo que ustedes (los fans) son como mi familia”, dijo Sean Strickland.
Traumas pasados y abuso infantil
Nacido en California (EE.UU.) a principios de los años 90, Sean Strickland tuvo unos comienzos humildes, marcados por dificultades económicas. Pero la cuestión material fue el menor de los problemas del luchador durante su infancia. Después de todo, el estadounidense fue a menudo víctima de su propio padre alcohólico, que abusaba psicológica y físicamente de su esposa e hijos.
La situación recurrente alimentó una ira natural en Sean Strickland, quien en ese momento era solo un niño. Cuando llegó a la adolescencia, el actual excampeón de UFC comenzó a tomar represalias contra las acciones de su padre, con el objetivo -sobre todo- de defender a su madre de las agresiones. Las peleas se convirtieron en casos policiales al menos en dos ocasiones durante ese período.
