Ronda Rousey mantuvo el cinturón del ‘RAW’ – una de las franquicias de la WWE (mayor liga de lucha libre del planeta) – al derrotar a Ruby Riott este domingo (17), en Texas (EUA). Sin embargo, lo que la estadounidense no parecía esperar era ser atacada por otra rival, la estadounidense Becky Lynch, que la golpeó con una muleta tras invadir el ring del evento.
Todo comenzó cuando ‘Rowdy’ celebraba la rápida victoria sobre Ruby. En ese instante, Charlotte Flair, que está programada como una de las próximas rivales de Rousey, entró en el ring y empezó a provocar la ex-campeona del UFC. Luego, Lynch invadió la arena llevando unas muletas y fue en búsqueda de Flair, que es su antigua enemiga.
Rousey, entonces, se propuso ayudar a Lynch a agredir a Flair con una de las muletas. Sin embargo, lo que la Ex-UFC no esperaba era que Becky la atacara mientras estaba desprevenida, por la espalda, mientras se dirigía hacia Charlotte. Y los golpes con el instrumento de apoyo parecen haber abierto un corte en la cabeza de Ronda.
Por medio de las redes sociales (ver abajo o haga clic aquí), la americana compartió una imagen en la que aparece con sangre en la cabeza mientras lleva el cinturón del ‘RAW’ en uno de sus hombros. En el post, ‘Rowdy’ escribió: «Lección aprendida. Nunca confíe en las Faux Horse Woman», subrayó, en referencia al grupo del que Lynch forma parte en la liga de lucha libre.
A los 32 años, Ronda debutó en la WWE en 2018, tras integrar el cuadro de atletas del UFC por casi cuatro años. A lo largo de su carrera profesional en el MMA, la ex-campeona del peso gallo (61 kg) de Ultimate sumó 12 triunfos y apenas dos derrotas.