Marcado por su desastroso debut en el UFC 251, donde, además de ser derrotado, mostró poco aprecio por el juego limpio, cuando asestó una serie de golpes ilegales al brasileño Leonardo Santos, el peso ligero (70 kg) Roman Bogatov fue destituido de la principal organización de MMA del planeta. En declaraciones a la agencia rusa ‘TASS’, el propio luchador confirmó la rescisión del contrato por parte de Ultimate, poniendo fin a su paso por la organización tras haber realizado solo una pelea dentro del octágono más famoso del mundo.
El ex campeón del peso ligero de la M-1 Global, Roman Bogatov, firmó con Ultimate en noviembre del pasado año. En su primera y última pelea por la entidad, celebrada el pasado 11 de julio, en la ‘Isla de la Lucha’, en Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos), el ruso abusó de golpes ilegales aplicados: dos en la zona genital, un dedo en el ojo y un rodillazo ilegal en la cabeza, cuando Santos tenía tres apoyos en el suelo, hecho que obligó al árbitro Marc Goddard a descontarle dos puntos. Al final, el brasileño ganó por decisión unánime de los jueces -con triple 29 a 26 en las papeletas- resultado que sería el mismo aunque el rival no hubiera recibido el castigo.
«Sí, me dijeron hoy que han rescindido el contrato», confirmó Roman Bogatov.
Otra controversia que pudo haber contribuido a la rescisión del contrato de UFC fue la presencia de su compañero de lucha Aleksey Kiser en la esquina de Bogatov. El miembro del equipo ruso llamó la atención mostrando un tatuaje en su codo asociado con el nazismo.