El inicio del 2020 estuvo muy ocupado para Rodolfo Vieira. A principios del mes de marzo, el brasileño disputó su segunda pelea en Ultimate, con victoria sobre Saparbeg Safarov por sumisión y días después fue testigo del nacimiento de su primer hijo, Benício. Posterior a este torbellino de emociones, el regreso al octágono no es algo que el atleta piense en el futuro cercano, incluso por una lesión en la espalda que hace que sea imposible entrenar; al punto de ser responsable de salvarlo de contraer el COVID-19.
La explicación es simple. Vieira entrena con Ronaldo ‘Jacaré’ y reveló, en una entrevista exclusiva al informe de Ag.Fight, que lo ayudaría en el campamento celebrado en su casa para el duelo contra Uriah Hall, que se suponía que sucedería el 9 de este mes, en el UFC 249. Sin embargo, el peso mediano (84 kg), su esposa y tres hijos, así como dos miembros del equipo fueron diagnosticados con la enfermedad y la disputa fue cancelada.
“De hecho, cuando fui a entrenar con él (‘Jacaré’) en su casa, fue a finales de marzo, más o menos. Poco después de que iba a seguir entrenando, porque vi que estaba haciendo todo de manera segura, nadie venía de afuera. El equipo estaba cerrado. Pensé que sería bueno entrenar. Pero pronto me lastimé la espalda baja y la semana siguiente fui al hospital para ver nacer a Benício. Entonces ya no entrenaba con él. Habría estado entrenando con él directamente si no fuera por esta lesión, habría conseguido esta mierda”, destacó el atleta.
Es precisamente por esta lesión y porque no está entrenando, que el público tardará un tiempo en ver a Rodolfo Vieira en acción nuevamente. Incapaz de hacer ciertos movimientos, junto con el miedo a contraer el coronavirus, declaró que solo piensa en luchar nuevamente a finales de este año. Es por ello, que el atleta indicó que se centrará en este momento para ayudar a su esposa con su hijo de dos meses.
“No estoy entrenando en absoluto, y debido a la pandemia, nuestra academia ahora no ha abierto. No estoy entrenando por dos razones: no quiero entrenar con nadie así con esta pandemia y segundo por Benício. Así que tengo la intención de quedarme más en casa con ‘Ju’. Me quedo en casa enseguida y disfruto este momento porque dentro de poco. Así que no estoy pensando en pelear. Si lograste hacerlo en noviembre, diciembre, sería genial. Si no, también estaré bien. No tengo la cabeza para pelear”, detalló el luchador, antes de confirmar que no tiene la intención de regresar a Ultimate si no tiene al 100% su forma física y técnica.
“No soy un atleta que tendrá el 50% y querrá pelear. Creo que solo pelearía si fuera necesario, sin dinero. Yo iría por mi familia. Pero gracias a Dios ese no es el caso. Estoy bien en este momento, así que prefiero no pelear si no estoy al 100%. Ni siquiera por mucho dinero (risas)”, dijo.
Aunque no piensa en actuar tan pronto, el especialista en el arte amable recordó su último compromiso dentro del octágono. Un hecho que llamó la atención fue la condición del rostro del brasileño después de la confrontación, cuando se fue con un ojo muy hinchado. Cuando se le preguntó si ya se había sometido al ‘bautismo’ en MMA, porque literalmente sintió el daño de un golpe directo en su piel, el carioca recordó que en una de sus primeras peleas, pasó por una situación similar y destacó su enfoque y tranquilidad para volver a la cima y ganar
“En mi cuarta pelea en ACB, tuve una rodilla que estaba peor. Se cortó demasiado profundo y me llamó la atención. Pensé que me iba a romper el hueso en la cara. Fue una reunión de rodillas. Fui malo. Pero logré hacer lo mismo. Pensé: ‘Si no termino, el árbitro detendrá la pelea’. No sé cómo no me noqueó. Se puso en el lugar correcto y se hinchó mucho. En ese momento estaba ciego e inmediatamente intenté terminar por instinto. Así que siempre trato de encontrar un momento. No hay un momento adecuado, pero tuve que derribarlo y hacer mi jiu-jitsu. No tengo suerte al respecto, o a veces tengo suerte de obtenerlo y no quedar noqueado. Pero esta vez mantuve el control, me concentré y logré terminar una vez más”, dijo, antes de luchar contra algunos críticos que, a pesar de permanecer invicto en su carrera después de siete compromisos, todavía dudan de su potencial.
“Nunca tuve una pelea fácil. Si tomo mis siete peleas, fueron contra tipos duros. Desde el principio nunca atrapé a un chico con un cartel negativo, como muchos lo hacen. Uso mi jiu-jitsu y hago lo que mejor sé. Al principio, todos decían que ‘Rodolfo solo tiene jiu-jitsu’, ‘Rodolfo solo tiene una cara débil’. Ya tuve dos peleas en el UFC y gané usando lo que funciona. Hago mi mejor. En el futuro, cuando digan: ‘Quiero ver cuándo consigue un luchador, lo veremos’. Pero eso es solo cuando estoy más cerca de los 15 primeros», concluyó.
