En 2017 llegó a UFC un joven peleador que prometía sumarse al salón de los principales nombres del MMA brasileño en poco tiempo. Sin embargo, a pesar de mostrar ocasionalmente el talento que encantó a gran parte de la comunidad peleadora, los resultados de Ricardo Ramos dentro del octágono no cumplieron con las expectativas creadas por muchos.
Pasar por una situación como esta, especialmente a una edad temprana, puede afectar la psicología de cualquier deportista. Por eso, ‘Carcacinha’ -como se le conoce- buscó ayuda profesional para cambiar las cosas y, quién sabe, finalmente estar a la altura de la esperanza que rodea a su potencial.
En entrevista exclusiva con Ag. Fight, Ricardo Ramos destacó la ayuda que estos profesionales le brindan para aprender a afrontar las derrotas en su carrera como luchador. A pesar de ser todavía una especie de tabú en el mundo del deporte entre algunos atletas, el trabajo mental es visto por el peso pluma (145 lb), que se enfrenta a Joshua Culibao en el UFC 305, este sábado (17), en Australia, como fundamental en su camino. el principal evento de MMA en el mundo.
«Tuve apoyo terapéutico con Renato Melo, que trabaja mucho con deportistas de fútbol, he trabajado con Eduardo Ayub, que es entrenador de mi ciudad, sí trabajamos mucho tiempo, para brindar esa asesoría psicológica y mental, para crear objetivos. Y ahora también estoy trabajando con Marlon Medeiros. El trabajo que he hecho con Marlon en los últimos tiempos ha sido genial porque ha trabajado muchos temas emocionales y psicológicos de los que, a veces, nos alimentamos y ni siquiera nos damos cuenta. Romper estos paradigmas, romper esas cosas que alimentamos en el fondo de nuestros pensamientos y no nos damos cuenta, que a veces pueden afectar nuestro rendimiento en el día a día, en los entrenamientos y en las competiciones. Recibí buenos consejos en este campamento. El resultado lo veremos en el octágono porque seguro que esta victoria llegará», dijo Ricardo.
Ajustes técnicos
Pero no fue sólo el aspecto mental lo que Ricardo Ramos cuidó en este campamento de cara a UFC 305. Luego de dos derrotas por sumisión seguidas, precisamente en su especialidad, el cinturón negro de jiu-jitsu trabajó en ajustes técnicos para corregir los errores que realizó en las últimas presentaciones. El mayor foco, según ‘Carcacinha’, estuvo en la entrada de derribos, pero el aspecto psicológico no quedó de lado en los temas correspondientes a la pelea en sí.
“Hicimos ajustes en la entrada de caída. Nos dimos cuenta que del primero al segundo (derrota), nos enfocamos mucho en la defensa de guillotina, pero la verdad creo que estábamos cometiendo errores en la entrada al derribo. Entonces, ajustamos esto mucho. Incluso un contenido más psicológico también, de estar más tranquilo en esos momentos, que es algo en lo que estaba fallando mucho. Hicimos estos ajustes, psicológicos, mentales y técnicos. Ahora vamos a ponerlo en práctica y seguro que saldrá algo muy positivo. Tengo mucha confianza y creo en la victoria”, concluyó.
Actualmente, con 29 años, Ricardo Ramos suma 16 victorias -siete de ellas por sumisión- y seis derrotas en su currículum como luchador profesional de MMA. Para UFC, donde ha competido durante siete años, el peso pluma ganó siete y perdió cinco peleas.
Este sábado, el brasileño tendrá la oportunidad de superar su mala forma y volver a la columna de victorias en la cartelera de la edición 305 del UFC, en Australia, donde se enfrentará al atleta local Joshua Culibao.
