En vísperas de competir en el UFC Fight Pass Invitational 7, el pasado miércoles (15), en Las Vegas (EE.UU.), Renato Moicano ni siquiera conocía del todo las reglas del espectáculo. Ahora, tras tomar acción sobre el tapete y vencer por puntos (7 a 1) a Cristian Guzmán, el brasileño aprobó la experiencia en la nueva modalidad. Proveniente de las MMA, el luchador le abrió las puertas al grappling para ser su ‘segundo hogar’ en el mundo de los deportes de combate.
En una entrevista exclusiva con Ag. Fight, el peso ligero de UFC (155 lb) admitió que no tuvo mucho tiempo para prepararse adecuadamente para el desafío. Sin embargo, el deportista brasileño destacó que la oferta económica le agradó y le hizo aceptar la oportunidad. Aún más en el centro de atención, Moicano aprobó la experiencia y, ahora mirando una nueva invitación al evento, recomendó que otros luchadores de la compañía hicieran lo mismo.
“No tuve tiempo de entrenar para esta pelea. Después del último UFC, como el 300, estaba comiendo, bebiendo, haciendo todo mal, disfrutando de la vida. Ni siquiera estaba entrenando, pero me ofrecieron un buen dinero. Entonces pensé: ‘¿Sabes qué? Tengo que venir’. Absolutamente (puedes verme más aquí). Llamándome, estoy aquí, sin duda. Me gustó mucho. Estuve la semana vendiendo la pelea y espero que me vuelvan a llamar. El grappling de UFC no es mi hogar, pero podría serlo (risas), podría cambiar. Por primera vez me gustó. Lo recomendaría mucho (la experiencia para otros atletas de UFC). Realmente vale la pena competir, ganar dinero, exposición. Tu nombre tiene que aparecer en los medios”, destacó Renato Moicano.
Llave vuelta a las MMA
Sin ningún tipo de lesión importante, incluso por la naturaleza de la pelea, Renato Moicano está listo para centrar su atención en su carrera en MMA. En ascenso en UFC, tras tres victorias consecutivas, el número 10 del ranking de los 70 kg coquetea con una pelea contra el popular Paddy Pimblett. Virtualmente, los atletas incluso acordaron batirse en duelo en UFC Manchester (Inglaterra), el 27 de julio. Pero, a pesar del ‘acuerdo verbal’, el encuentro aún no se ha hecho oficial.