Sin disputar una pelea desde marzo del pasado año, en una edición celebrada en Brasilia (Brasil), el primer evento de la UFC en ser impactado directamente por la pandemia de coronavirus, Rani Yahya hace su regreso al octágono este sábado (13), frente a Ray Rodríguez, por la tarjeta del UFC Las Vegas 21. El largo paréntesis hizo que el peso gallo (136 lb) pasara justo ahora por su primer campo de preparación en medio de la crisis de salud global, teniendo que adaptarse a la ‘nueva normalidad’, llena de protocolos de seguridad y menos hacinamiento dentro de las academias.
La novedad, sin embargo, fue vista positivamente por Rani. Luego de iniciar su campamento en su tierra natal, el brasiliense regresó a Florida (EE.UU.), para continuar su entrenamiento en la academia ‘American Top Team’ -donde suele prepararse para sus peleas-, y quedó gratamente sorprendido. En entrevista exclusiva al reportaje de Ag. Fight, el peso gallo destacó la mejora en la calidad de su entrenamiento en el equipo norteamericano, que, a su juicio, tuvo una conexión directa con la pandemia de COVID-19.
Según el brasileño, la ausencia de estudiantes ‘ordinarios’ en la rutina diaria de la academia con sede en Florida -una de las medidas de seguridad adoptadas por el equipo para combatir la propagación del coronavirus- hizo que el nivel de entrenamiento, ahora enfocado en atletas profesionales, sube. Otro aspecto nuevo provocado por la pandemia citado por Rani como fundamental en esta mejora fue la llegada de nuevos compañeros, provenientes de otros centros más afectados por la crisis de salud, como el excampeón Petr Yan y el estadounidense Tony Gravely, que incluso superó a Ray Rodríguez, rival de Yahya este sábado.
“Comencé mi campamento en Brasilia. Luego fui al American Top Team, en el estado de Florida, que es muy liberal. Allí la formación es gratuita. Incluso descubrí que la calidad del entrenamiento en American Top Team ha mejorado, debido a varias razones. Creo que la pandemia contribuyó a mejorar la formación allí. Era una academia que tenía estudiantes (no profesionales). Entonces, como estaba mucho más enfocado a los deportistas (profesionales), hubo una mejora en este aspecto”, detalló Rani, antes de ensalzar la llegada de nuevos compañeros.
“Y también hubo otro dato que agregó, que fue la llegada de muchos deportistas del exterior. Muchos atletas no pudieron hacer un campamento donde solían hacerlo, y estos atletas fueron allí (ATT). El propio caso de Petr Yan fue así. Hizo sus campamentos en Tailandia, en Tiger Muay Thai, y como tenía muchas restricciones, terminó yendo al American Top Team. Esto también les sucedió a algunos otros atletas. Tuve la oportunidad de entrenar con Tony Gravely, quien luchó y venció muy bien a mi oponente, Ray Rodríguez. Creo que fue mi principal compañero de entrenamiento (entre los novatos de ATT)”, concluyó.
En las MMA profesional desde 2002, Rani Yahya tiene 26 victorias, diez derrotas, un empate y un ‘no contest’. Tras ganar siete de ocho enfrentamientos y vivir su mejor fase en la UFC, el veterano de 36 años ya suma dos duelos sin resultado positivo. Derrotado por Ricky Simon en febrero de 2019, el cinturón negro vio su última actuación, ante Enrique Barzola, terminada en un empate mayoritario en la lista de jueces, en un duelo disputado en UFC Brasilia, en marzo del pasado año.