La conferencia de prensa del UFC 316, celebrada este jueves (5), reunió a los nombres principales de la cartelera en una tarde marcada por una tensión controlada, declaraciones contundentes y algunas sorpresas en la postura de los protagonistas. La poca hostilidad es la mejor manera de explicar el desarrollo del evento, considerando algunas provocaciones acaloradas a lo largo de la semana.
El momento más destacado, como era de esperar, fue la rivalidad entre la campeona de peso gallo (135 lb) Julianna Peña y la bicampeona olímpica Kayla Harrison. A pesar de la animosidad y las provocaciones que han marcado la promoción del enfrentamiento coestelar, el duelo entre ambas fue sorprendentemente tranquilo. Conocida por su temperamento explosivo, la campeona sorprendió a todos al mantener una postura más comedida frente a las cámaras.
Durante la rueda de prensa del UFC 316, ambas mujeres intercambiaron provocaciones ocasionales, pero sin grandes enfrentamientos verbales. La campeona adoptó un tono irónico para intentar desestabilizar a la retadora, pero evitó prolongar las pullas, manteniendo el ánimo bajo control. Sin embargo, cuando se le preguntó cómo lograría la victoria la judoca, recibió la respuesta más impactante del día.
«¿Cómo vas a vencerme? Ya te han sometido tres veces. Tienes un récord de 11 victorias y cinco derrotas. Has perdido más peleas que yo en asaltos de MMA», replicó Kayla.
Merab Dvalishvili no se contuvo y aprovechó su turno al micrófono para provocar al campeón de peso gallo Sean O’Malley. A diferencia de otras ocasiones, el excampeón fue más parco en sus respuestas e intentó evadir los ataques con frases cortas. El georgiano, por su parte, mostró determinación y aseguró que «hará del excampeón una persona verdaderamente humilde» durante la pelea estelar del evento.
Entre los recién llegados, el que más llamó la atención fue Patchy Mix, excampeón de una organización rival, quien llega a UFC 316 con la moral alta y mucha confianza. En tono intimidante, declaró que llegó para ser el «cuco» de la división de 135 lb y dejó claro que se cree parte de la élite de la categoría.
Brasileño en casa
En peso welter (170 lb), el brasileño Vicente Luque adoptó una postura tranquila y concentrada. Incluso ante los intentos afables de Kevin Holland de provocar y provocar una reacción, el peleador mantuvo la calma y priorizó un discurso técnico. El «Asesino Silencioso» también destacó la motivación extra de pelear en Nueva Jersey, su ciudad natal, que, según él, aumenta la concentración, no la presión.