Este sábado (5), Michel Pereira subirá al octágono para enfrentarse a Zelim Imadaev, por el UFC Las Vegas 9, en lo que será su cuarta presentación en la entidad. La pelea también marca la última de su contrato con la UFC, pero la ausencia de una renovación anticipada del acuerdo no parece molestar al peso welter (170 lb).
En conversación con la prensa durante la jornada virtual de medios, celebrada el pasado jueves (3), Pereira reveló que aún no ha sido contactado por la organización para una posible renovación del contrato. Aun así, el atleta confía en que su estilo de pelea agrada a los directivos de UFC y, por lo tanto, llegará a un acuerdo para continuar su carrera en la liga luego del compromiso del sábado.
“No estamos en negociaciones contractuales, pero luego de la pelea veremos la posibilidad de continuar en el evento. Quiero quedarme en el evento y trabajar para la empresa. Sé que tengo un gran futuro en la empresa, y creo que mi jefe Dana White y Sean Shelby me darán nuevas oportunidades”, detalló Pereira, antes de revelar que tiene la intención de mudarse a Las Vegas, Nevada (Estados Unidos) con la intención de facilitar el trabajo junto a la UFC.
“Siempre trato de dar un espectáculo a la afición y creo que mi jefe renovará mi contrato. Sé que les gusta mi trabajo y van a renovar mi contrato. Vengo a vivir a Las Vegas para poder acercarme al UFC, para estar siempre listo, para que cuando me necesiten, esté listo para cumplir con un pedido, para entrar al lugar de alguien. Siempre estaré dispuesto a luchar”, concluyó.
Tras comenzar su carrera en UFC con una victoria por nocaut sobre Danny Roberts en mayo de 2019, Michel Pereira sufrió dos derrotas consecutivas en el octágono más famoso del planeta. Frente a Tristan Conelly, el desgaste en el corte de peso hizo que el peso welter aún se sintiera cansado en el primer asalto, siendo fácilmente superado por el canadiense en el resto de la pelea. Ya contra Diego Sánchez, dominó ampliamente el duelo hasta que aplicó un golpe ilegal, que cedió el revés, luego de que el estadounidense admitiera no poder continuar la pelea de manera polémica.