El MMA obliga a sus deportistas a evolucionar constantemente y aquellos que son incapaces de reinventarse en el transcurso de sus carreras pierden espacio en el deporte. Después de Israel Adesanya y Robert Whittaker, fue el turno de Poliana Botelho de centrarse en el jiu-jitsu. Al ganar un torneo de la modalidad, celebrado este sábado (19), en Río de Janeiro, la atleta de Nova União cambió de cinturón azul a cinturón morado.
La brasileña es conocida por golpear, ya que es cinturón negro en muay thai, pero como buena peleadora de MMA hay que saber un poco de todas las artes marciales para tener éxito, no se olvidó del grappling y mostró su evolución en el juego en solitario. En una publicación en su cuenta oficial de Instagram, Poliana celebró su graduación y proyectó su carrera en la UFC.
“Comienza un nuevo ciclo, aumentan las responsabilidades. ¡Cinturón morado!”, escribió Poliana.
Poliana Botelho comenzó su carrera en MMA en 2013 y, cuatro años después, llegó a la UFC. En la organización, la brasileña de 31 años disputó cinco peleas, ganó tres y perdió dos de ellas. En la última, celebrado en octubre, la mineira fue muy criticada por buena parte de la afición, precisamente, por haber sido controlada por el cinturón negro de jiu-jitsu, Gillian Robertson, en el suelo. Al llegar al cinturón morado, Poliana finalmente podrá obtener su primera victoria por sumisión en su carrera.