El UFC 264, cartelera que tendrá lugar este sábado (10), en Las Vegas (EE.UU.), será decisiva para Dustin Poirier. En ella, el estadounidense medirá fuerzas con Conor McGregor por tercera vez en su carrera y, en caso de una nueva victoria, deberá competir por el título del peso ligero (155 lb), nuevamente. Sin embargo, el pasado martes (6), ‘The Diamond’ fue atacado por Colby Covington.
En entrevista con ‘UFC Arabia’, Poirier aclaró lo ocurrido en el video difundido por Covington en las redes sociales, donde se le aprecia en una sesión de sparring con un atleta sin la misma protección. En el mismo, el ex campeón interino del peso ligero de la organización noquea a su compañero de entrenamiento y lo celebra, siendo criticado por ‘Chaos’.
Vale la pena recordar que Covington declaró anteriormente que ‘The Diamond’ no es un tipo tan bueno como creen los fanáticos y la prensa. Tras la divulgación del material, Poirier respondió e informó que durante la trayectoria de los luchadores de las MMA se realizan entrenamientos más intensos con frecuencia en los gimnasios y garantizó que el deportista que noqueó es un profesional, negando las acusaciones de que es un aficionado.
“No quería que la gente pensara que era un niño aficionado ni nada por el estilo. Ese fue un luchador profesional. Eso es lo que sucede en los gimnasios durante el combate real y duro. Hay momentos en los que entrenas y suceden cosas así. Hay momentos en los que entrenas duro y esta fue una sesión de entrenamiento dura. Estuve fuera de las redes sociales durante el último mes. Mi equipo se encargó de eso. Traté de mantenerme al margen, fuera de la negatividad”, declaró Poirier.
Dustin Poirier, de 31 años de edad, comenzó su andar en las MMA en 2009 y dos años después en la UFC, donde superó a importantes nombres como Anthony Pettis, Conor McGregor, Dan Hooker, Eddie Alvarez, Justin Gaethje y Max Holloway. Actualmente, el atleta ocupa la primera posición en el ranking de la división y tiene un récord de 27 victorias, con 20 por vía rápida, seis derrotas y un ‘no contest’.
