Los rumores de que el UFC hará dos grandes peleas pronto en el peso ligero (70 kg) alegraron a mucha personas, pero también causaron insatisfacción. Dustin Poirier y Al Iaquinta, tercero y cuarto en el ranking oficial de la categoría, manifestaron su rebeldía con respecto a la posibilidad de que Max Holloway haga un duelo por el cinturón interino de la división.
Esto porque la subida de peso de ‘Blessed’, campeón de los plumas (66 kg), implicaría todo un cambio en el escenario actual de los ligeros. En cuanto a Max mediría fuerzas con Tony Ferguson en cartelera aún por ser confirmada, Conor McGregor – adversario deseado por prácticamente todos los peleadores de la categoría, por su fuerza financiera – viene siendo apuntado como probable oponente de Donald ‘Cowboy’ Cerrone.
Tal situación, si se concreta, dejaría a Poirier e Iaquinta sin opciones viables además de enfrentarse. ‘Diamond’ fue el primero en reclamar. «Estos chicos deberían simplemente liberarme (del contrato)», escribió, a través de Twitter (ver abajo o haga clic aquí). La información de que la postura se refería, de hecho, al descontento con la falta de perspectiva de buenas peleas fue confirmada por Dustin al portal web ‘MMA Junkie’.
Iaquinta, por su parte, respondió el tweet de Poirier haciendo el mismo pedido. «Libérenme también», publicó, añadiendo, a continuación, que «ya no es un deporte», probablemente refiriéndose al modelo de negocios del UFC para el MMA. Las dos publicaciones, sin embargo, fueron borradas poco después.
Dustin viene de tres victorias consecutivas, todas por nocaut, contra Anthony Pettis, Justin Gaethje y Eddie Alvarez. Iaquinta, por su parte, sorprendió a Kevin Lee en diciembre pasado, después de sufrir una derrota contra Khabib Nurmagomedov en abril del año pasado, en pelea que aceptó a última hora.
