Es común en el mundo de las peleas escuchar atletas y profesionales del área decir que es necesario ‘dejar todo en el octágono’ para conseguir una victoria, pero Yusaku Nakamura llevó el dicho al pie de la letra ese pasado domingo (2). El atleta japonés venció a su adversario Thanongsaklek Top por decisión unánime en la cartelera número 16 del Rizin. Sin embargo, dos dientes quedaron atrás durante la disputa.
En el combate, realizado en el peso casado (59 kg), el japonés sufrió un duró codazo frontal y acusó el golpe al llevarse las manos a la boca (ver abajo o haga clic aquí). Luego, sus dientes frontales cayeron al suelo, lo que hizo que hasta su rival dejara de pelear por un momento. A pesar del daño, Nakamura siguió en la disputa y salió victorioso al final del tercer round.
En la pelea principal del evento, Tenshin Nasukawa amplió su invicto en el kickboxing. El joven japonés, que se conoció al ser fácilmente superado por Floyd Mayweather en un combate de boxeo, demostró una vez más que, al pelear en su modalidad de origen, la historia es diferente. El atleta de apenas 20 años noqueó al argentino Martin Blanco con un vasto arsenal de golpes, principalmente rodillazos y patadas en la línea de la cintura de su rival.