El sábado pasado (14), Tyson Fury volvió a actuar en Las Vegas en un duelo preparatorio antes de que él, un ex campeón invicto de peso pesado, peleara por un cinturón nuevamente en su carrera. Sin embargo, la sorpresa vino del desvalido Otto Wallin, quien, aunque derrotado, por poco no estropeó la fiesta del atleta británico.
Adepto a un estilo de boxeo «sucio», el sueco equilibró la disputa e incluso abrió dos cortes grandes en la ceja de su oponente, que rápidamente se empapó de sangre, sin embargo, el árbitro del combate no detuvo la competencia y permitió que Fury continuase luchando y ganara la pelea por puntos.
«Sí, creo que podrían detener la pelea, sí, pero entiendo el hecho de que él es una estrella y el gran favorito. (…) Pero si fuera otra persona, se habrían detenido. Si hubiera sido al revés, se habrían detenido», narró al sitio ‘TMZ Sports’ mientras disfrutaba de una fiesta en una piscina en Las Vegas.
Derrotado por puntos, el boxeador de 28 años aprovechó la oportunidad para pedir una revancha, no sin antes responder a quienes lo criticaron por usar tácticas injustas, como frotar sus guantes en el corte de su oponente para mostrar más sangre.
“Él también estaba usando tácticas sucias, y no dejaría que nadie me hiciera eso sin que yo respondiera de la misma manera. Esto es boxeo. Es una pelea y hay que hacer todo lo posible para ganar”, finalizó.
