Óscar de la Hoya volverá al cuadrilátero con 47 años en busca de revancha nada más y nada menos que contra Shane Mosley el próximo 13 de septiembre. Según el propio boxeador, será «la más importante de mi vida» y difícil antes de su retiro del boxeo, en el que ha ganado cinco cetros.
«Esta es la pelea que yo había querido conseguir, porque es algo personal, es algo que llevo muy adentro y estoy ansioso de subir al cuadrilátero para vengar una de mis derrotas», dijo el monarca superwelter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y de la Asociación Mundial (AMB).
En esta ocasión, De la Hoya pondrá en juego los cinturones superwelter reconocidos por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y el Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
De la Hoya, junto con Mosley, entrenadores y promotores, se presentaron este miércoles (2) en conferencia de prensa en un exclusivo hotel de Beverly Hills para dar a conocer los detalles de la batalla prevista para el próximo 13 de septiembre en Las Vegas, Nevada.
«Tengo mucha hambre de victoria. Es mi revancha, es una de las que quería, la otra al parecer ya no se podrá hacer con -Félix- «Tito» Trinidad, pero esta, desde hace tiempo, la estaba buscando y ahora se me ha dado», comentó el boxeador mexicano.
Después que De la Hoya perdió el invicto en su exitosa carrera frente al puertorriqueño Trinidad, el 18 de septiembre de 1999, uno año después, el 17 de junio, cayó ante el californiano Mosley por decisión dividida.
«Es por eso que esta pelea la considero la más importante de mi vida. La revancha la había soñado y sé que ahora tendré la oportunidad para prepararme a conciencia y desquitarme de esa derrota, en la que hubo muchos factores que no me permitieron llegar en buenas condiciones», explicó De la Hoya quien para ese entonces se subió al cuadrilátero luego de haber sufrido una grave enfermedad estomacal.
