Después de perder su récord invicto en el boxeo profesional ante Oleksandr Usyk en mayo de este año, Tyson Fury regresó al ring este sábado (21), con el objetivo de vengarse de su verdugo. Sin embargo, el británico no pudo imponer su estilo de pelea y fue superado a 12 rounds, en un duelo celebrado en Riad, Arabia Saudita.
Fury comenzó bien en los primeros asaltos, utilizando sus casi 25 kg más de peso y mayor envergadura para presionar a Usyk y dominar el centro del ring. Sin embargo, el ucraniano demostró una preparación física superior y aumentó el ritmo a medida que avanzaba la pelea, brindando un espectáculo ajetreado para los fanáticos.
En los últimos asaltos, Fury mostró claros signos de fatiga, con una caída en la potencia de sus golpes, mientras que Usyk mantuvo la consistencia. El resultado fue una victoria unánime para el ucraniano, con un triple marcador de 116 a 112. Con eso, Usyk retuvo los cinturones mundiales de la IBO (Organización Internacional de Boxeo), el CMB (Consejo Mundial de Boxeo) y la OMB (Organización Mundial de Boxeo).
A sus 37 años, Usyk tiene un récord impecable, con 23 victorias y ninguna derrota. Además de su éxito en el boxeo profesional, también ganó la medalla de oro en la categoría de peso completo en los Juegos Olímpicos de Verano de 2012. Por otro lado, Fury, un año menor, sufrió la segunda derrota de su carrera, acumulando ahora 34 victorias, un empate y dos derrotas.
Rivalidad feroz
El primer enfrentamiento entre Oleksandr Usyk y Tyson Fury tuvo lugar el 18 de mayo de este año, también en Arabia Saudita. Ambos llegaron a la disputa invictos, en busca de la unificación de los principales títulos mundiales de peso pesado. Luego de 12 rounds equilibrados, Usyk -campeón de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Organización Mundial de Boxeo (OMB), Federación Internacional de Boxeo (FIB) y Organización Internacional de Boxeo (IBO)- ganó por decisión dividida y se quedó con el cinturón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), anteriormente propiedad de Fury, convirtiéndose en el campeón indiscutible de la división.