El duelo boxístico entre Tyson Fury y Oleksandr Usyk se promovió con provocaciones de ambas partes y mucha expectativa por parte de los fanáticos del noble arte. Y no fue para menos. Después de todo, dos campeones mundiales invictos de este deporte chocarían en el centro del ring instalado en Arabia Saudita. Y tras el emblemático choque de pesos pesados, el que salió victorioso fue el boxeador ucraniano, que derrotó a su rival británico en decisión dividida de los jueces (115-112, 113-114, 114-113) y, como plus, acabó con la invencibilidad de ‘The Gipsy King’.
Tras derrotar a Fury en un reñido duelo, Usyk unificó los principales títulos mundiales de peso pesado y se convirtió en campeón indiscutido. Ya dueño de los cinturones de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Organización Mundial de Boxeo (OMB), Federación Internacional de Boxeo (FIB) y Organización Internacional de Boxeo (IBO), el atleta ucraniano defendió sus títulos y también se ‘robó’ la posición de Campeón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), que perteneció a Tyson, y lo sumó a su colección.
La pelea
Luego de un primer round de mucho estudio y bromas entre Fury y el público, la pelea se calentó en el segundo round. En el parcial, Usyk logró presionar y poner a Tyson de espaldas contra las cuerdas en dos instantes. Ante ello, ‘The Gipsy King’ apostó por los contraataques para pillar con contragolpes a su rival ucraniano. En el tercer asalto, Oleksandr aceleró el ritmo y, en el clinch, se quejó de los golpes que le propinó Fury en la nuca.
En el cuarto asalto, Fury regresó más libremente al ring, agregando volumen al juego y conectando más manos que su oponente. El escenario se repitió en la quinta mitad, con Oleksandr Usyk luchando para lidiar con los efectivos golpes del británico. En el sexto asalto, Tyson vivió su mejor momento y, con dos ‘uppercuts’, sacudió al ucraniano.
Duro en el derribo, Usky no mostró signos de desgaste y volvió a equilibrar las acciones en el séptimo asalto. Con más gasolina en el tanque, el ucraniano empezó a imponer su ritmo y también ganó la octava etapa. Y fue en el noveno asalto cuando ocurrió el momento más emocionante de la pelea. Con una secuencia abrumadora iniciada por un recto de izquierda, Oleksandr dejó aturdido a Fury contra las cuerdas y obligó al árbitro a intervenir para abrir la cuenta.
Aunque estaba muy conmocionado, The Gipsy King se mantuvo en la pelea y comenzó a usar el ‘boxeo sucio’ y el clinch para enfriar la confrontación. En los últimos tres asaltos, la dinámica fue similar, con Tyson Fury ‘golpeando’ e intentando recuperarse del casi nocaut sufrido y Usyk avanzando e intentando poner fin a la pelea.
