Coronado como el nuevo campeón de peso pesado de la UFC el pasado sábado (27), Francis Ngannou ya proyecta su compromiso inicial como soberano de la categoría responsable de albergar a los atletas más pesados del plantel de la organización. Con algunas opciones sobre la mesa, el camerunés parece tener un objetivo favorito al que enfrentarse en su primera defensa del título: Jon Jones, ex poseedor del cinturón de peso semicompleto (205 lb).
Después de renunciar al cinturón de peso semicompleto el año pasado, ‘Bones’ entró en el proceso de ganar masa muscular para hacer su transición a la división. El estadounidense emerge como favorito para ser el primero en desafiar a Ngannou por el cinturón, pero un posible estancamiento financiero podría entorpecer sus planes. Consciente de la situación, el camerunés ya ha dejado clara su posición como nuevo campeón de los pesos pesados: mantener el tope de la categoría lo más activo posible.
Es decir, si las negociaciones para la súper pelea contra Jon Jones llegan a un punto muerto financiero, como se anticipó, el nuevo campeón no tiene la intención de esperar a ‘Bones’ y, en consecuencia, detener la división. Cabe mencionar que Ngannou fue un acérrimo crítico del estancamiento que ha dominado la categoría en los últimos tiempos, con la puesta en juego del cinturón solo una vez al año desde 2019. Por ello, el camerunés prometió ser más activo que su antecesor y cambiar el escenario visto recientemente.
“Obviamente, Jon Jones tiene más sentido para mí. De todos modos, pelearé. Si Jon Jones no llega al peso pesado, la división tiene que moverse. Como nuevo campeón de peso pesado, decidí seguir adelante y dejar la división más activa de lo que ha estado durante los últimos dos o tres años”, dijo Ngannou, en la conferencia de prensa posterior al UFC 260, antes de continuar.
“Nunca pedí menos (peleas). Siempre pedí estar activo. Espero que con el cinturón ahora pueda ser más activo. Podré hacer dos o tres peleas al año. Esa es mi intención de cara al futuro”, prometió.
Otra opción a ser considerada por Ngannou para su primera cita como campeón sería una nueva pelea contra Stipe Miocic, que marcaría el último capítulo de la trilogía entre ellos. Con una derrota y una victoria en el marcador ante el estadounidense de ascendencia croata, el peleador africano no descarta volver a enfrentarse a él para romper la competencia, pero admite que no está entre sus prioridades.
“Personalmente, no, no siento la necesidad (de pelear contra Miocic nuevamente ahora). Dijo que no sería campeón hasta que él se retire, así que tal vez él se retire. Pero si no, todavía aceptaría enfrentarlo. Lo perdí (en 2018) y sigue siendo el mayor peso pesado de todos los tiempos, así que pelear contra él si fuera necesario tendría sentido para mí”, concluyó.
Ahora con cinco victorias consecutivas, todas por nocaut, sobre grandes nombres de la categoría, el nuevo campeón de la UFC se consolida de una vez por todas como uno de los luchadores más temidos de la historia. Y, si no tiene a Jones o Miocic como su primer retador, el camerunés puede volver a encontrarse cara a cara con otro deportista muy conocidos por su poder de nocaut en su próxima pelea: Derrick Lewis, oponente que ya lo derrotó en 2018, y está cerca de una ‘oportunidad por el título’.