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Mike Perry
Diego Ribas

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Mike Perry niega acusaciones de agresión doméstica a su ex esposa Danielle Nickerson

Hace un mes, Danielle Nickerson, exmujer de Mike Perry, lo acusó de agredirla en febrero de este año, en su casa de Orlando (EE.UU.). Los dos se divorciaron poco después y la tenista profesional solicitó protección contra el deportista en marzo, lo que fue denegado. El pasado miércoles (18), el peso wélter de la UFC (170 lb) habló públicamente sobre el asunto por primera vez y negó las acusaciones hechas por su ex esposa.

Según el testimonio de Danielle Nickerson, las agresiones comenzaron justo después de que se casaron en septiembre de 2019, pero empeoraron cuando él bebía alcohol. El peor de los casos ocurrió el 10 de febrero, cuando el luchador rompió la costilla de la tenista en un episodio de enfado. En una entrevista en el día de los medios virtuales del UFC 255, Mike Perry negó las quejas hechas por su ex esposa e indicó que espera que «ella pueda seguir adelante y encontrar una vida mejor».

“Sí, niego los cargos. Nuestra relación, si se quiere llamar así, ha tenido sus altibajos y ya está en el pasado. Estamos legalmente divorciados y no hay nada que pueda probar realmente lo que dice”, agregó Perry.

En tanto, Nickerson apuntó que luego del asalto, huyó a la casa de un vecino, donde llamó a Sabra Young, la madre del deportista, para que la recogiera. Seguidamente, Mike fue tras ellos y los amenazó, al punto que su madre llamó al 911, número de emergencias en el país norteamericano, diciendo que temía por su vida, ya que su hijo actuó «violentamente» y condujo por su patio trasero.

“Lo que pasó esa noche fue que Danielle fue a la casa de mi mamá y yo fui a hablar con mi mamá para decirle (a Danielle) que saliera y hablara conmigo. Mi mamá dijo ‘no’ y yo dije ‘¿qué diablos? ¿Podemos conversar?’. Nunca le falté el respeto a mi madre, solo esa noche, acelerando mi motor y conduciendo por la hierba. Entonces llamó a la policía”, acotó, antes de continuar.

“Ella siempre ha sido muy dramática y agitada desde que ella y mi papá me tuvieron. Mi papá era un tipo salvaje, así que siempre esperaba algo de mí. Esta es probablemente una de las razones por las que nunca le falté el respeto a mi madre”, concluyó.

Vale la pena recordar que el comportamiento dañino de Mike Perry llevó a Dana White, presidente de la UFC, a reconocer que el peleador necesita ayuda. El estadounidense fue retirado de las competiciones para completar un tratamiento para controlar el abuso de alcohol tras agredir a tres personas en un restaurante en julio de este año, incluido un anciano. A punto de enfrentarse a Tim Means el próximo sábado, en UFC 255, el atleta destacó su agradecimiento por la oportunidad de regresar al octágono.

“Siento que la verdad siempre está ahí. Estoy agradecido por mis oportunidades, especialmente con todas las cosas que me han enfrentado. Todavía estoy aquí. Creo que soy una buena persona, y no quiero lastimar a nadie, a menos que firmemos un ‘death waiver’ (documento para asumir el riesgo de muerte)”, concluyó.

Inicialmente, Mike Perry estaba programado para enfrentar a Robbie Lawler en UFC 255, pero vio a su oponente reemplazado por Tim Means después de sufrir una lesión y ser eliminado de la tarjeta.

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