Inicialmente programada para enfrentar a la brasileña Amanda Ribas el próximo 26 de marzo, Michelle Waterson tuvo que retirarse de la pelea debido a una lesión no especificada. Se rumoreaba que el duelo podría ser reprogramado para el UFC 274, previsto para el 7 de mayo, pero este no debería ser el caso, ya que, al parecer, la situación de la luchadora estadounidense es más grave de lo imaginado.
A través de un video publicado en su cuenta oficial de ‘Instagram’, Waterson lamentó el hecho de no poder medir fuerzas con la brasileña y reveló que la lesión que sufrió pone en riesgo la continuidad de su carrera profesional. Abatida, la estadounidense también destacó que le gustaría, en el futuro, tener la oportunidad de enfrentar finalmente a la luchadora de Minas Gerais.
Cabe recordar que esta no es la primera vez que Amanda Ribas y Michelle Waterson son vinculadas a una potencial disputa. Se suponía que las pesos paja (115 lb) se enfrentarían en enero de 2021, en el UFC 257, celebrado en Abu Dabi (EAU), pero la estadounidense se retiró de la pelea con unas semanas de anticipación por razones no reveladas en ese momento.
“Espero, con los dedos cruzados, que esto sea un breve respiro. Es una lesión que me impidió entrenar y es desgarrador. Estaba muy emocionada de enfrentar a Amanda. Sé que ella también estaba muy emocionada por pelear también, así que espero que sea una pelea que aún podamos tener. Pero si no me ocupo de esta lesión, se convertirá en algo peor y será el fin de mi carrera», explicó Waterson, sin revelar qué lesión sufrió.
Compitiendo profesionalmente en las MMA desde 2007, Michelle Waterson, de 36 años, tiene 18 victorias y nueve derrotas en su récord. La estadounidense se unió a la UFC en 2015, poco después de perder el título de peso átomo de Invicta FC. Para la organización que preside Dana White, ‘Karate Hottie’, como es conocida, ganó seis de los 11 partidos disputados.