Michael Bisping nunca ha sido de los que se guardan sus opiniones para sí. Y el excampeón de peso mediano de UFC (185 lb) volvió a causar controversia durante su reciente aparición en el podcast ‘Froch On Fighting’. Y es que, cuando le preguntaron quién consideraba el “mayor idiota” de la historia de las MMA, el inglés no dudó en dar su respuesta: Vitor Belfort.
Sin pelos en la lengua, el expeleador inglés lanzó duras críticas contra el brasileño, citando el uso de sustancias prohibidas como la principal razón detrás de su respuesta. Bisping también aprovechó la oportunidad para llamar a su rival una “máquina de esteroides” y destacar cuánto daño ha causado Belfort al deporte al no competir de manera justa. Por eso, en otra entrevista llegó a decir que ‘El Fenómeno’ era el mayor tramposo de la historia del deporte.
“Oh, Vitor Belfort. Un brasileño con esteroides. Ya sabes, uno de los mayores tramposos de todo el deporte. Ahora tenemos contratos, tenemos pruebas de drogas y todo eso. Y lo más importante, como hombre, deberías ser el tipo de persona que piensa: ‘Solo quiero ganarte de forma justa’. Levantarse por la mañana, salir a correr, ir al gimnasio, pero este cobarde usaba todo tipo de esteroides. Vitor Belfort es el mayor idiota de las MMA”, criticó.
Viejas tonterías
La relación entre Michael Bisping y Vitor Belfort siempre ha estado marcada por la polémica y los desacuerdos, especialmente tras el enfrentamiento entre ambos en el UFC São Paulo, en enero de 2013. En aquel momento, el brasileño aplicó una patada en la cabeza del inglés que resultó en un nocaut en el segundo asalto. Más tarde, el atleta británico culpó al carioca por la pérdida permanente de la visión en su ojo derecho, debido a un desprendimiento de retina.
Michael Bisping se quedó con el famoso “ojo de cristal” tras su derrota ante el brasileño. El impacto fue tan severo que le provocó daños irreparables y tras una serie de cirugías, el luchador tuvo que sustituir el ojo dañado por una prótesis. Pese a la situación, continuó peleando en la UFC.
