El pasado sábado (21), durante la cartelera principal del UFC Río, Lauren Murphy fue víctima de un monólogo realizado por su oponente, Jessica Andrade. Tras sufrir la increíble cantidad de 231 golpes significativos durante el duelo -un promedio de casi 80 por round-, la estadounidense quedó con el rostro desfigurado tras el combate. El luchador Matt Brown opinó que el escenario impuesto por ‘Bate-Estca’ en el octágono requería una intervención del rincón de la peso mosca de 39 años.
En una reciente participación en el podcast ‘The Fighter vs The Writer’, Brown destacó que la intención de la deportista siempre fue seguir en el combate. Sin embargo, a su juicio, es rol del esquinero evaluar la situación y preservar la integridad física de la luchadora. Durante la rueda de prensa posterior al espectáculo en la ‘Ciudad Maravillosa’, Bate-Estaca desveló que, en el tercer asalto, empezó a golpear con la mano abierta. Según la excampeona del peso paja, en ese momento ya tenía lastimados los puños de tanto golpear a su rival, quien no se rindió y fue vencida por decisión unánime de los jueces.
“Es el trabajo de la esquina. Si mi rincón pide detener la pelea, me enfadaré con él. ¿Pero adivina que? También le agradeceré más tarde si tomó una decisión buena y educada. Una de las funciones primordiales del rincón es analizar objetivamente la pelea y conocer a tu atleta, para saber si aún queda camino a la victoria. Tu trabajo es proteger a tu luchador. Esto lo vemos en el boxeo (…) Estaba claro que ella (Murphy) no tenía forma de ganar y seguía recibiendo golpes fuertes. Dicho esto, habría dejado de verlo en la televisión. Si yo fuera su esquina, habría detenido la pelea, sí”, opinó Brown.
Matt Brown, a la edad de 42 años, se dirige hacia el final de su carrera. En su carrera profesional de MMA, el peso wélter nacido en los Estados Unidos tiene marca de 23 victorias y 19 derrotas en casi dos décadas dedicadas al deporte.