El impasse sobre la tan esperada unificación del título de peso pesado de UFC entre Jon Jones y Tom Aspinall parece haber acabado con la paciencia de gran parte de la comunidad de MMA. Y es que, todo indica, la afición ha elegido a ‘Bones’ como el gran villano de la prolongada ‘telenovela’ que, hasta ahora, ha impedido programar la superpelea entre los dueños de los cinturones lineales e interinos de la división.
Prueba de ello es que, recientemente, un grupo de fanáticos creó una petición en línea, pidiendo a UFC que le quite el cinturón de peso pesado lineal de manos de Jon Jones. La iniciativa, aunque lanzada recientemente, ya cuenta con un seguimiento popular relativamente grande, contando –al momento de escribir este artículo– con más de 50 mil firmas.
Jon Jones ostenta ahora el reinado más largo de un campeón en la historia de los pesos pesados de UFC, y solo ha peleado dos veces en ese lapso. Hay un claro campeón interino, Tom Aspinall, quien ya ha defendido su cinturón interino. Aspinall está listo para enfrentar a Jones, pero el estadounidense se niega a enfrentarlo. Por lo tanto, como aficionados, debemos avisarle a Dana White: Es hora de despojar a Jon Jones del título de peso pesado. Claramente, no tiene intención de pelear pronto, dice el texto de la petición.
La telenovela
El excampeón de peso semicompleto (205 lb) y actual campeón de peso pesado lineal, Jon Jones tuvo que alejarse de sus funciones como soberano de la categoría luego de sufrir una grave lesión en el hombro en. Por este motivo, se creó un cinturón provisional para la división, que posteriormente ganó Tom Aspinall, en noviembre de 2023.
Desde entonces, por ello, se ha especulado sobre una superpelea para unificar el título de peso pesado. Sin embargo, antes de eso, con Jones recuperado, la UFC promovió un duelo entre el actual poseedor del cinturón lineal y el excampeón Stipe Miocic, en noviembre del año pasado. Sin embargo, pese a la impecable victoria de ‘Bones’ sobre el veterano, la esperada pelea contra Aspinall sigue ‘estancada’, en gran medida debido a la supuesta falta de interés del estadounidense en medir fuerzas contra el inglés.
