El único combate 100% brasileño en el UFC 307 de este sábado (5), en Utah (EE.UU.), será también, sobre todo, un duelo de generaciones. A sus 37 años, la veterana Marina Rodríguez se enfrenta a su compatriota Iasmin Lucindo, de apenas 22. La diferencia de edad de 15 años entre ambas también se hace evidente en su experiencia en UFC. Mientras que la striker de Río Grande do Sul ya compitió en 13 peleas en la empresa, la joven cearense solo ha visto acción en el octágono más famoso del mundo hasta el momento en cuatro ocasiones. Esta disparidad de experiencias, en opinión de Marina, marcará la diferencia en el choque entre los pesos paja (115 lb).
En una entrevista exclusiva con el equipo de reportajes de Ag Fight, Marina admitió que parte de su estrategia para la pelea implica socavar el impulso de su oponente más joven y hacerla sentir incómoda dentro del octágono. Para lograrlo, la veterana planea dar un paso adelante y poner en juego el muay-thai, su especialidad. Con la experiencia de alguien que ya se ha probado contra los mejores del mundo en la categoría, Rodríguez destaca su récord como algo que podría inclinar la balanza en UFC 307.
“Realmente creo que el mayor desafío al luchar contra Iasmin es imponer mi juego y detener su impulso. Ella es joven, llega a UFC y viene de victorias. Pero realmente creo que mi experiencia le hará entender que UFC no es solo alegría, no son solo buenos momentos. He pasado por todo tipo de situaciones dentro y fuera del octágono. Creo que le falta un poco de eso. Por supuesto que lo adquirirá durante su carrera. Entonces creo que mi experiencia le impondrá este juego y marcará la diferencia. Imponer mi experiencia significa contenerme, no dejarla respirar en los momentos que cree que puede. Imponiendo mi juego, mi agresividad, pretendo lastimar mucho, con una Marina más agresiva y hacerla llegar al punto de darse por vencida», proyectó Rodríguez.
¿Pase de guardia?
Marina e Iasmin viven momentos opuestos en UFC. Mientras que el primero ganó sólo una de sus últimas cuatro peleas, el segundo perdió sólo una de sus últimas cuatro peleas. Por tanto, dada la retrospectiva, la edad y la posición en el ranking de las brasileñas, el enfrentamiento puede interpretarse como una especie de ‘pase de guardia’. Ahora queda por ver si Rodríguez impedirá este movimiento y defenderá el sexto lugar en la categoría de peso paja, o si Lucindo triunfará y, por extensión, pasará a formar parte de la escuadra élite de la división de una vez por todas.
