Cualquiera que haya seguido la actuación dominante e impecable de Robert Whittaker contra Ikram Aliskerov en la pelea principal de UFC Arabia Saudita, el pasado sábado (22), difícilmente habría imaginado que el australiano ni siquiera pudo entrenar en la recta final de su preparación para el evento. Esto se debe a que, debido a un absceso que apareció de último momento en la zona de la boca, el excampeón de peso medio (185 lb) tuvo que ser operado de emergencia en vísperas de su viaje al país de Medio Oriente.
La información la reveló el mánager de Whittaker, Titus Day, en una entrevista con ‘Fox Sports Australia’. Según el representante del luchador, Robert no podía realizar funciones básicas como dormir y comer. Debido a la situación, su equipo optó por la operación, a pesar del riesgo que el procedimiento supondría para la eventual salida del australiano de la cartelera. En cualquier caso, ‘The Reaper’ logró sobreponerse a la adversidad y noquear a Aliskerov en el primer asalto del combate.
“Rob tuvo un absceso muy grave que se desarrolló una semana antes del viaje (a Arabia Saudita). Tenía dolores de cabeza, de muelas, era como si le hubieran dado una patada en un lado de la cabeza. No podía entrenar, comer ni dormir. Fue muy doloroso. Le dolía todo un lado de la cabeza, por lo que tuvimos que llevarlo rápidamente a una cirugía de emergencia . Rob ya había dejado de entrenar unos días antes de la cirugía en Sydney. Y luego se fue volando con la cara todavía entumecida. No teníamos idea si todo estaría bien. Oramos para que bajara la hinchazón y todo estuviera bien. Y, afortunadamente, eso fue lo que pasó. Pero Rob todavía siente dolor allí. Todavía necesita más cirugía en las próximas semanas”, reveló Titus.
¿Podría la situación frenar los planes para UFC 305?
Poco después de derrotar al prospecto ruso en el evento principal en Arabia Saudita, Robert Whittaker se puso a disposición para servir como ‘reserva de lujo’ para la pelea por el título entre Dricus du Plessis e Israel Adesanya, en UFC 305, programada para el 17 de agosto.
La idea fue aprobada por el presidente de la liga, Dana White. Sin embargo, debido a la necesidad de una nueva cirugía bucal pronto, el mánager del australiano dejó la situación abierta, ya que Robert necesitaría estar listo para competir en menos de dos meses, si surge la necesidad.