Diego Ribas
La relación que existe entre ídolos y fanáticos es difícil de analizar, especialmente en Brasil. Expuestos como exagerados o malagradecidos, los fanáticos tienden a exaltar y colocar expectativas exageradas a la primera señal del éxito de un competidor. Sin embargo, cuando aparecen los resultados negativos, la avalancha de críticas en las redes sociales es inevitable, generando el modelo clásico ‘8 u 80’, que convirtió a Mackenzie Dern en su nueva víctima. La estadounidense, quien es hija de un luchador brasileño, nunca ocultó su pasión por el país; a tal grado, de utilizar los colores verde y amarillo en el octágono durante sus peleas de MMA. Cabe señalar que todo iba bien hasta que, en su última presentación, la peso paja (52 kg) fue superada por Amanda Ribas en las tarjetas y se despidió de su récord invicto de siete peleas de MMA. Eso fue suficiente para que la crítica cayera sobre ella. «Tuve muchos brasileños en contra, quienes me decían: ‘Ah, ella no es realmente brasileña’. Ellos se vinieron en mi contra solo porque perdí. Recibí muchas críticas específicamente de los brasileños, diciendo que me lo merecía. Eso me hizo dudar entre representar a Brasil o los Estados Unidos; sin embargo, elegí a Brasil, por mi corazón, por lo que hice en jiu-jitsu», expuso la joven de 27 años durante una entrevista exclusiva para AG Fight. Hija del cinturón negro Wellington ‘Megaton’, Mackenzie coleccionó títulos mundiales en ‘arte suave’, antes de migrar a MMA. Y, gracias a este pasado en jiu-jitsu brasileño, ella optó, a pesar de las críticas, por seguir representando a Brasil en el octágono. “Es todo lo que puedo hacer para agradecer y representar a mi padre. Decidí continuar con Brasil, pero necesito ganar una palea con el atuendo amarillo (señaló entre risas). No quiero que mi único resultado amarillo sea una derrota (volvió a reír). Pero sí me entristeció ver que los fanáticos se volcaron en mi contra de esa manera ”, se relajó. En cumplimiento con la ley de cuarentena en la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos, como medida preventiva contra la expansión de la pandemia de coronavirus, Mackenzie continúa entrenando sin posibilidad de combate. Su objetivo hasta el momento es actuar el 25 de abril, la fecha en que se enfrenta a su compatriota Ariane Carnelossi en la jaula, eso, por supuesto, si el evento se mantiene.
