Uno de los pocos países del mundo que no adopta las medidas de restricción recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para combatir la expansión de la pandemia de coronavirus es Bielorrusia. Es por ello, que el país europeo se ha convertido en una opción para organizar eventos deportivos de las franquincias que tienen la intención de romper la cuarentena impuesta en gran parte del planeta. La ex república soviética fue, por esta razón, elegida por M-1 Global, una entidad de MMA con sede en Rusia, como sede de la edición disputada el pasado miércoles (15).
Sin audiencia y con el equipo de trabajo usando máscaras negras durante todo el espectáculo, incluidas las chicas del ring, M-1 Global promovió un evento que contó con ocho peleas. Según la declaración de la entidad publicada en su portal web, todo se hizo bajo «las condiciones más estrictas determinadas por los médicos», como las pruebas y el monitoreo realizado a la COVID-19 por profesionales médicos capacitados.
Bielorrusia recientemente llegó a los titulares de todo el mundo con la resistencia de su presidente, Alexander Lukashenko, al adoptar las recomendaciones de aislamiento social de la población y por clasificar la lucha contra la pandemia de la COVID-19 como «psicosis masiva». Hace unos días, el mandatario, quien sigue permitiendo que se realicen eventos deportivos en el territorio de la ex república soviética, recomendó el consumo de vodka y sauna como solución a la enfermedad. A pesar de la aparente tranquilidad mostrada en la postura del político, Bielorrusia tiene más de 4,000 casos y 40 muertes confirmadas por el nuevo coronavirus.
En tanto, el M-1 Global pretende celebrar tres ediciones más este abril con dos de ellas en Bielorrusia, los días 18 y 25. Sin embargo, el evento programado para este viernes (17) fue cancelada por la organización debido a la cuarentena social.