Max Rohskopf estuvo a la altura del dicho «nada como el tiempo para curar las cicatrices». En junio de 2020, el estadounidense hizo su debut en la UFC y luego fue eliminado de la organización. El motivo fue que el deportista abandonó la lucha contra Austin Hubbard, todavía en el octágono, durante las rondas. El episodio se volvió más memorable cuando el profesional discutió con Robert Drysdale, su entrenador. Sin embargo, la promesa de las MMA volvió al deporte de manera triunfal el pasado domingo (1º), en California (EE.UU.).
Después de dejar la UFC, Rohskopf firmó un contrato con Cage Warriors, debutó en su nueva casa en el número 126 contra Jeff Creighton y causó una buena impresión al presentar una actuación dominante. En el duelo, la promesa de las MMA no tuvo dificultades para noquear al oponente en poco más de dos minutos de pelea. El momento que definió la pelea fue una secuencia de ‘ground and pound’ impuesta por el talentoso atleta al oponente indefenso.
La victoria de Max Rohskopf a los 26 años en Cage Warriors fue crucial para terminar con la duda de los fanáticos de las MMA sobre la permanencia del luchador en el deporte y también sobre su voluntad. En la modalidad desde 2018, el deportista compitió en siete peleas, ganó seis, todas por vía rápida, y perdió solo una vez, en su primera y última aparición en la UFC.
