En su última aparición en el octágono de UFC, en diciembre de 2023, Luana Santos ‘voló la balanza’ al superar por 1,5 kg el límite de la categoría de peso gallo (135 lb) -pese a ser peso mosca (125lb) de origen-. El episodio, sin embargo, no fue una cuestión de posible negligencia o falta de profesionalidad por parte de la brasileña, como ella misma ya había descubierto. La dificultad para perder peso se debió a un diagnóstico de una enfermedad autoinmune llamada tiroiditis de Hashimoto.
Durante una entrevista exclusiva con el equipo de reporteros de Ag Fight, Luana admitió que sabía que tenía esta condición meses antes de que fallara la báscula, pero optó por ignorar la situación porque no entendía sus posibles consecuencias. Tras el error que, en su momento, le costó el 20% de su salario, la brasileña decidió profundizar en los matices de la enfermedad y, de hecho, buscó tratamiento.
«Tengo tiroiditis de Hashimoto. Lo descubrí en octubre del año pasado, pero no le presté atención porque no pensé que fuera algo tan relevante como para molestarme. No me importó, tanto que fui a pelear en diciembre y no pude dar el peso. Ya fue por esto, ya tuve este problema, pero no sabía cuánto me molestaría. Este problema dificulta el peso, aumenta de peso, cansancio, no tengo ganas de hacer nada . Tanto es así que en la última pelea me cansé, surrealista. No me cansé sólo por eso, porque me peleé en el último momento e hice lo que tenía que hacer», reveló Santos.
No hay cura, pero sí tratamiento
La tiroiditis de Hashimoto es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca las células tiroideas. Esta rara enfermedad no tiene cura. Sin embargo, con la medicación adecuada y la reposición hormonal -práctica permitida por los organismos antidopaje- el paciente puede controlar su cuadro clínico. Y eso es exactamente lo que ha hecho Luana Santos, quien recordó que alcanzó los 167 lb, casi 45 libras por encima de su peso habitual en competición como luchadora de MMA.
«Luego en enero volví a hacer el examen, pensé: ‘me voy a dedicar a esto, tengo que curar esto’. Porque, nos guste o no, dependemos de ganar peso. Los doctores me dieron medicamentos para mi tiroides. No hay cura para la tiroides, tendré que tomar el medicamento para siempre, pero la controla . Así que estoy reponiendo la hormona y la (tiroidea) está bajo control, estoy 100% lista y se los demostraré el sábado. En total serán 41 lb (diferencia). Voy a pesar 125 libras y pesaré 167 libras. En abril, cuando comencé la dieta con medicamentos y todo, pesaba 167 lb», narró la deportista paulista.
Con el tratamiento continuo, Luana tendrá la oportunidad de demostrar que sus problemas de reducción de peso quedaron atrás esta semana. Al fin y al cabo, la brasileña vuelve a competir este sábado (13), en UFC Denver, en un duelo contra Mariya Agapova, previsto en la categoría de menos de 125 lb. El choque con la rival de Kazajistán también pone en juego la imbatibilidad del judoca paulista en UFC.