El pasado sábado (3), en UFC Vegas 85, Luana Carolina brilló cuando logró su primera victoria por la vía rápida en UFC y derrotó a Julija Stoliarenko por nocaut técnico. Pero, debido al fracaso del brasileño en el pesaje oficial del evento, la pelea casi fue cancelada. En una entrevista exclusiva con el equipo de Ag. Fight, la atleta detalló el detrás de escena del proceso de reducción de peso y el drama vivido para mantener su duelo en la cartelera.
Elegidas para enfrentarse en la categoría mosca (125 lb), Luana y Julija no pudieron superar los 125 lb en la báscula, el límite de tolerancia de libras, ya que no se trataba de una pelea por el título. Sin embargo, Dread pesó 128 lb, unas libras por encima del límite permitido. Y la nota inferior a la esperada podría ser incluso peor, según la brasileña, que asegura que su cuerpo se ‘atascó’ en el tradicional proceso de deshidratación.
“Fue muy complicado. Me dijeron que lo hiciera diferente en cuanto a hiperhidratación y decidí hacerlo, confié en eso. Pero el día del corte, pensé que perdería más (peso), considerando la cantidad que estaba tomando, pero no desapareció (risas). Para que os hagáis una idea, faltando dos horas todavía quedaban 6.6 lb. Estaba desesperada : ‘Señor, no podré llegar a este peso’. Hice todo bien, estaba en el peso que tengo en otros campos, todo estuvo bien. Pero (el peso) no bajaba, se había detenido. Hice dos entrenamientos, uno normal y otro con cobertura, y saqué 1lb en cada una. Normalmente pierdo 1 kg por entrenamiento, pero no ha resultado nada. El truco final fue hacer un baño, hice tres rondas y logré perder 3.3 lb», destacó Luana.
Negativa de la rival y segundo intento
El considerable defecto en la balanza hizo que el oponente de Luana se negara a competir en tales condiciones. Para cumplir con las exigencias de Julija y la Comisión Atlética, la brasileña necesitaría perder alrededor de 450 gramos y alcanzar las 125 lb. Con solo una hora extra para extraer la marca de su cuerpo, Dread logró conseguir lo necesario para mantener el partido y acordó ceder el 20% de su pago a Stoliarenko cuando superó el límite de 900 gramos en el segundo intento.
“En mi cabeza (el objetivo) era golpearla para que no se rindiera o negara la pelea. Por mi cabeza pasaban mil cosas, estaba muy triste porque es horrible no dar peso, es nuestro primer compromiso . Cuando vine aquí (opinando), ella no lo aceptó, claro, tiene derecho. Pero me dijeron: ‘Si pierdes otros 400 gramos, lucharás’. Para entonces ya estaba jodido. Pero se me metió en la cabeza: ‘Voy a pegar y voy a pelear, no vine aquí por nada’. Luego corrimos al PI, teníamos 40 minutos. Lo que no hice en dos entrenamientos, lo hice en 40 minutos. Fue Dios, no hay otra explicación para ello. Creo que la mitad del peso salió en lágrimas (risas). Le pedí disculpas enseguida, porque me parece horrible”, recordó la atleta.
Con su contrato renovado, Luana Carolina extendió su buena etapa en UFC: fue su segunda victoria consecutiva. Con planes de mudarse a Estados Unidos y desarrollarse aún más como atleta, el brasileño busca un lugar en el ranking de las 125 lb.
