Listo para la revancha contra Mousasi, Lyoto Machida considera pelear hasta los 45 años

En su último enfrentamiento, Lyoto usó un rodillazo volador para noquear a Sonnen – Comunicado de prensa

Normalmente, cuando un peleador de MMA tiene 40 años, es hora de retirarse. El reflejo ya no es el mismo, el cuerpo no responde como antes, y las innumerables batallas libradas en años anteriores están comenzando a pasar factura. Sin embargo, Lyoto Machida quiere mostrar que el final de la carrera de un atleta puede ser bastante diferente. En Bellator desde el año pasado, el peleador de 41 años ganó las dos primeras peleas para la nueva organización y realizará la revancha esperada contra Gegard Mousasi el 28.

Los dos se enfrentaron en 2014, en Jaraguá do Sul (SC), aún por la UFC, y el brasileño obtuvo lo mejor.  Cinco años después, los dos atletas buscan cada uno su redención. Mousasi reinó por completo en la categoría de peso mediano (84kg) de Bellator hasta junio, cuando fue derrotado por decisión mayoritaria por Rafael Lovato Jr. Machida, a su vez, intenta demostrar que es posible que un cuarentón sea campeón de una liga de élite nuevamente en MMA Y por esa misma razón, evita hablar sobre el retiro.

«En este momento, esa respuesta es difícil. Quiero pelear hasta que tenga 44, 45 años. Sería mi objetivo. Pero es difícil decir que iré hasta esa edad. Puede ser que pase más o menos». Me siento bien, joven y no veo ninguna diferencia en este aspecto. Vinício (Antony, entrenador) también es un experto en esta parte de la preparación y me ha mejorado cada día. Depende mucho de mi voluntad y hoy realmente quiero continuar peleando», declaró en una entrevista exclusiva con el reportero de Ag. Fight.

Cerrando la penúltima semana de entrenamiento para redescubrir Mousasi, Lyoto evaluó el campamento. Según él, incluso porque los dos peleadores tienen estilos muy característicos, no hay razón para cambiar la preparación abruptamente. El ex campeón de peso semipesado de UFC (93 kg) ha dicho que está atento a los golpes directos: el jab de Mousasi es uno de los más temidos en las MMA.

«Cambia algunas cosas (en el entrenamiento), pero no hay forma de cambiarlo todo, porque somos los mismos peleadores aunque pasaron cuatro, cinco años de la última pelea. La esencia es la misma. Cambias algunas cosas en preparación, por supuesto, tratas de predecir cuál es la estrategia de tu oponente y trabajar en eso. Pero en el contexto general, es muy similar», dijo.

«Realmente entrené todo, pero entrené mucho en el lado físico, traté de desarrollar velocidad, haciendo muchos ajustes de acondicionamiento. Mousasi es rápido, no explosivo, pero tiene golpes rápidos y alineados. También estamos trabajando duro en eso», agregó.

Un año y medio después de su última pelea en Ultimate, Machida reiteró que está satisfecho con Bellator. Según el bahiano con sede en Paraná, aunque el UFC, en el momento de la negociación, coincidía con la propuesta de la organización de la jaula circular, sus ingresos por pelea hoy son más altos, ya que su empleador actual permite a los atletas mostrar patrocinio personal en el combate

«Estoy muy contento con el cambio que hice, estando en Bellator. Hoy puedo ver algo, un año después de firmar, que hoy se ha convertido en realidad. El trato con el peleador es diferente. Trabajar en una compañía que te da prioridad, lo cual te da ese acercamiento con los directores, presidente. Eso es válido. Luego está el lado del patrocinio, el contrato, que es muy bueno. Para ser profesional, no basta con ser reconocido por los fanáticos. Es importante, pero es un conjunto de cosas, eso te llevará a la victoria. Ser profesional implica muchos aspectos. Bellator me trae todo eso. Estoy agradecido por todo lo que he vivido dentro del UFC, pero la vida pasa, las páginas pasan, la historia cambia. No estoy arrepentido por este cambio». analizó.

Lyoto Machida fue el campeón de peso semipesado de Ultimate en 2009, intentó dos veces recuperar el cinturón sin éxito y tuvo un cambio exitoso al peso mediano, eventualmente compitiendo por el cinturón contra Chris Weidman. Después de tres amargas derrotas consecutivas, ante Luke Rockhold, Yoel Romero y Derek Brunson, el peleador parecía estar en el final de su carrera, pero ambos triunfos, ante Eryk Anders y Vitor Belfort, en las últimas peleas en el octágono le dieron al atleta un nuevo vigor y se dirigió hacia el Bellator.