Klidson Abreu va a hacer, en Praga, este sábado (23), su primera pelea en el UFC. Pero el brasileño llega a la mayor organización de MMA del mundo con un currículo que merece atención de los fans. El ex-campeón semi pesado (93 kg) del Brave (principal liga de Oriente Medio), el peleador tiene en su cartel una victoria contra Johnny Walker, nueva sensación de la categoría en el Ultimate. Y, en la capital de la República Checa, Magomed Ankalaev va a tener la misión de ser el primer ruso en derrotar al brasileño.
Fueron tres combates y tres triunfos de Klidson, todos por finalización, contra atletas de Rusia. En el Brave, el brasileño ganó a Artur Guseinov con un mata-león. Después, en el Russian Cagefighting Championship, nuevo mata-león, contra Viktor Nemkov. En noviembre del año pasado, en el M-1 Challenge, ante Anton Vyazigin, otra interrupción por la vía técnica, con una llave de brazo recta. En esta última pelea, incluso, Abreu tuvo que lidiar con un desafío de última hora: sin que él supiera, la pelea había sido marcada en la categoría pesada.
«La organización erro en la categoría. La programo en los pesados y me avisaron una semana antes. Pero, como todo brasileño, no hui de la pelea. Acepté, incluso con el tipo con 20 kg más. Y gracias a Dios llegó victoria, una finalización en el segundo round. Al principio me rompí el pie, también, pero sólo vinieron cosa buenas», comentó, añadiendo que, con la diferencia de peso, hacer el juego de isometría y llevar a Vyazigin al suelo fue mucho más difícil de lo normal.
Abreu dijo creer que la experiencia contra peleadores de Rusia le ayudará ante Ankalaev. El atleta del equipo Evolucao Thai declaró que «no vio nada» en los tres compatriotas de Magomed, aunque reconoce que son peleadores duros y «prácticamente con el mismo estilo».
Aunque evita cualquier tipo de presión con respecto al hecho de haber ganado a Johnny Walker, que debutó este mes en el ranking del Ultimate, Klidson admitió que tener una victoria sobre una de las principales revelaciones de la organización «atrae bastante». Sin embargo, el brasileño mostró interés en construir su carrera en el UFC poco a poco, sin grandes saltos. «Quiero ir escalón por escalón, no quiero adelantarme a nadie. Y quien venga de frente voy a derribarlo», finalizó.