Klidson Abreu llegó al UFC con credenciales no sólo por su racha de seis victorias sino también por un triunfo, en 2015, sobre Johnny Walker, principal revelación de la categoría de los semi-pesados (93 kg) en 2018. En su debut, sin embargo, nada salió como estaba planeado: el atleta del equipo Evolucao Thai no consiguió lograr el peso y, en la pelea, fue dominado por Magomed Ankalaev.
El enfrentamiento contra el ruso tuvo el rumbo definido en el primer round, cuando un golpe quebró la nariz de Klidson. A partir de ahí, todo estuvo más difícil. Aún aturdido, el brasileño llegó a jalar a Ankalaev a la guardia, lo que complicó más su situación. En entrevista exclusiva a la Ag. Fight, Abreu, que enfrenta Sam Alvey este sábado (20), detalló cómo fue la semana de su debut y el combate.
«Yo tome la pelea muy sobre la hora, con tres semanas. Y yo vine de Rusia con el pie quebrado, había peleado en noviembre, y quebrado el cuarto metatarso. Tomé la pelea en febrero, creí que iba a lograr el peso, nunca pensé que iba a suceder eso conmigo, pero en el momento se trabó el peso. Y no conseguí bajarlo, quedé 1 kg arriba», contó, antes de explicar cómo el golpe en la nariz empeoró considerablemente su performance.
«Yo recibí un golpe en el primer round que… Debutando, fui medio apresurado arriba así, recibí un golpe y afectó la pelea entera. Se me quebró la nariz, bien en el primer round. Conseguí hacer los otros dos rounds, pero yo estaba más en automático. Yo no conseguía respirar, la sangre entraba por la boca y me ahogaba», dijo.
La impaciencia relatada por Klidson tuvo como origen, entre otros factores, el escenario diferente que el UFC proporciona al peleador. Él afirmó que hubo un correcto «deslumbre» en la primera oportunidad en el mayor evento de MMA del mundo, y eso puede haberlo confundido.
«Hay muchas cosa que yo no vi en los otros eventos que yo peleaba. Es mucho profesionalismo. Llega a la hora, casi 15 mil personas, no sé cuántas personas tenían allá en Praga… Entonces, es aquella cosa, un montón de cámaras… Realmente, si yo digo que no me dio, yo estoy mintiendo: me deslumbró. La estructura acá, hay un piso sólo del UFC, donde ellos trabajan el día entero. Me dieron hasta almuerzo fitness, ayudan en la alimentación, dieron bolso, calzoncillos, media, todo», explicó.
Klidson va a enfrentar a un veterano del UFC: Sam Alvey tiene 17 peleas en el octógono. El momento del americano, sin embargo, es malo: él viene de dos derrotas, ambas por nocaut técnico. ‘Smile’n’ no resistió a Rogério ‘Minotouro’ y Jim Crute en septiembre de 2018 y en febrero de este año.
