Después de pasar aparentemente de forma permanente al peso mediano (185 lb), Khamzat Chimaev parece decidido a ganar el cinturón de la categoría. Pero, a diferencia del feudo que mantuvo con el excampeón Israel Adesanya, el ‘Lobo’, al parecer, tiene una buena relación con el actual poseedor del título mundial de las 185 lb, Sean Strickland. Nada que disminuya el hambre del ruso por perseguir su objetivo final.
En su canal de YouTube, Chimaev opinó que la victoria del charlatán estadounidense era merecida porque, al menos en su versión, Strickland trabaja duro entre bastidores. El Lobo incluso reveló que entrenó con ‘Tarzán’ en el pasado. A pesar de la relación amistosa, el ruso ya ha colocado a Strickland en un lugar destacado de su lista de prioridades a corto plazo.
“Él trabaja duro, se lo merece. El chico siempre está en el gimnasio. Ahora tiene el cinturón. Tienen un buen equipo, un buen entrenador. Estuve allí, entrenando con este chico. Se merecen ese cinturón. Estaba activo, se pelea con cualquiera. Ahora es mi momento. Aplasta a este tipo (Costa), entonces no importa si es Izzy o Strickland, o alguien más, los perseguiremos. ¡Strickland! Voy tras él. Si te quedas ahí, hombre (como campeón), yo también iré por ti”, declaró Khamzat Chimaev.
El caucho puede arruinar los planes
Debido a su récord invicto y su popularidad en todo el mundo, una victoria podría colocar a Khamzat Chimaev muy cerca de la posición de retador número 1 en las 185 lb. Sin embargo, para ponerse en esa posición, Lobo necesita superar a su próximo oponente, con quien tiene una intensa rivalidad. El 21 de octubre, en UFC 294, en Abu Dhabi (EAU), el ruso se enfrentará a su rival Paulo Costa, quien podría frustrar sus planes si se convierte en el primer rival en derrotarlo en las MMA profesionales.