A Ketlen Vieira se le acabó la paciencia. Segunda clasificada en el ranking de peso gallo (135 lb) y aún buscando su primera oportunidad de pelear por el cinturón de UFC, la brasileña se cansó de esperar ‘en silencio’ la oportunidad de pelear por el título y decidió hablar en contra de algunas de sus principales competidoras.
El principal objetivo de la atleta, por cierto, parece ser la judoca dos veces campeona olímpica Kayla Harrison, que debutó en UFC el pasado sábado (13) y ya se perfila como una de las favoritas para la próxima ‘oportunidad por el título’.
El posible «salto en la fila» de la exestrella de la PFL, que venció a la excampeona Holly Holm en UFC 300, en su debut con la organización, parece haber sido la gota que colmó el vaso para la brasileña, conocida por su temperamento tranquilo y de pocas palabras fuera del octágono.
En una entrevista exclusiva con Ag. Fight, Ketlen Vieira subió el tono y expresó su descontento por la posibilidad de ser ignorada por la ‘recién llegada’, que, en su opinión, no puede provenir de un “evento de segunda división” y ya está “sentada junto a la ventana”. Por ello, la deportista decidió dar un ultimátum a la entidad que preside Dana White.
«Quiero que UFC me dé la oportunidad por el título o la pelea que me lleve al cinturón. No importa quién sea, ya sea Kayla, Julianna o quien sea. Yo merezco. Dejé dos peleas en todo ese tiempo (en UFC) solo porque me lesioné. Todas las peleas que me envió UFC las acepté. ¡Ella llega! He estado aceptando y aceptando durante tanto tiempo, ¿y ahora una chica que acaba de subir al autobús quiere sentarse junto a la ventana? ¡No puede ser así! Acaba de salir de un evento huyendo de Larissa (Pacheco) y Cris Cyborg. Habla, habla, habla y corre. Quiere tomar las peleas que le convengan. No la veo digna. ¿Quieres luchar por el título? El orden de los factores no cambia el producto. Podría ser Julianna Peña la primera, podría ser la segunda. Me da igual. Quiero la pelea que me lleve al cinturón o al cinturón”, dijo Ketlen Vieira.
Incómoda con la líder del ranking
El debut triunfal de Kayla Harrison en UFC ya la ha llevado al top 5 del ranking de peso gallo de la organización, una clara señal de que la judoka pronto podría ser ascendida a retadora, incluso con poco tiempo en casa. Quien encabeza la lista de la categoría es otro blanco de las críticas de Ketlen Vieira: la excampeona Julianna Peña, quien, lesionada, no pelea desde julio de 2022. El mantenimiento de la ‘Venezuelan Vixen’ en lo más alto del ranking –justo debajo de la campeona Raquel Pennington – lo considera inexplicable.
“No veo por qué Julianna Peña está haciendo telarañas en el primer lugar (del ranking). Creo que esto es absurdo. Creo que hace casi dos años que no pelea. Ha pasado tanto tiempo que no recuerdo la última vez que peleó. Un deportista que viene de una derrota y está en el primer lugar. No tiene sentido para mí. No sé si es amiga de quien esté en el ranking y por eso se queda ahí. Porque todos cambian (de posición) menos ella. Si no me equivoco, es la tercera o cuarta vez que estoy en el segundo lugar del ranking y la pelea por el título no me alcanza”, dijo Ketlen antes de finalizar.
“Es hora de que Julianna Peña salga de debajo de la cama y pelee. Sólo se marcha cuando escucha el nombre de Amanda (Nunes). Alguien menciona que Amanda está pensando en regresar, ella dice: ‘Amanda no puede volver porque ya dijo que se va a retirar’. O peleas o sal de allí. ¿Cómo puede una mujer llevar dos años en el primer lugar y decir ‘solo voy a pelear si es por el cinturón’, y la UFC se lo da? ¿Que tengo que hacer? ¿Broncearse? ¿Qué tengo que hacer?”, se burló.
En UFC desde 2016, Ketlen Vieira consolidó su nombre entre las principales atletas de la división de peso gallo debido a sus resultados dentro del octágono. En este período, la atleta obtuvo ocho victorias y sufrió tres derrotas, ubicándose entre las cinco primeras de la categoría.
Sin embargo, ahora, la brasileña parece dispuesta a trabajar también en el micrófono y exigir a la organización que la mire con la misma atención que al resto de luchadoras, librando una batalla contra un posible favoritismo hacia determinadas rivales.
